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La Orquesta Ciudad de Granada (OCG) cierra su actual temporada de conciertos 2023-24 con una gran respuesta del público, que ha llenado la casi totalidad de sus butacas en gran parte de las actividades ofrecidas. Los once conciertos del abono ‘espacio sinfónico’, tres conciertos del ‘espacio directores intérpretes’, seis del ciclo sábados sinfónicos y los cuatro programas familiares (cinco conciertos), más los conciertos extraordinarios de Fiesta con la OCG (Antología de la zarzuela) y El Mesías, programas que se encontraban fuera del abono, han conformado la temporada principal de la OCG 2023/24.Más de 70.000 asistentes han participado en las actividades de la temporada 2023/24 de la OCG
Javier Camarena, junto a la ORCAM en las Noches del Botánico
Por Publicado el: 27/07/2024Categorías: Noticias

En el centenario de la muerte de Ferruccio Busoni

Ferruccio Busoni

En el centenario de la muerte de Ferruccio Busoni

Ferruccio Busoni fue un artista extremadamente cultivado y polifacético de origen italiano-alemán. Se encuentra entre las personalidades musicales más destacadas de comienzos del siglo XX. Entre sus contemporáneos, el virtuoso del piano Busoni, que marcó una época y fue uno de los más relevantes después de Franz Liszt, fue mucho más conocido que el compositor Busoni – y ello a pesar de que compuso más de trescientas obras.

Un pianista prodigio del más alto nivel, Ferruccio Busoni tuvo una peripatética carrera de giras y enseñanza antes de establecerse en Berlín en 1894. Entre los compositores a los que enseñó o ayudó de varias maneras se encuentran Sibelius, Schoenberg, Bartók, Varèse y Weill. Su éxito popular como intérprete – particularmente notable para Bach, Mozart y Liszt – le perjudicó en cierta medida como compositor; sus transcripciones de Bach fueron más admiradas que sus composiciones originales por muchos de sus contemporáneos. Sin embargo, sus intereses eran amplios, desde la música india americana y el canto gregoriano hasta las escalas microtonales, y compuso piezas poderosas en prácticamente todos los géneros, incluyendo la ópera, los conciertos, las sonatas y las canciones.

Una frase: “No hay nada propiamente moderno, sólo cosas que han surgido antes o después; más tiempo en flor o más pronto marchitas. Lo moderno y lo antiguo siempre lo han sido.”

Ferruccio Busoni nació en 1866 cerca de Empoli (no lejos de Florencia) y era hijo de una pianista y de un clarinetista. Se crió en la ciudad entonces austríaca de Trieste y recibió sus primeras clases de sus padres: «Doy las gracias a mi padre por la bendición de que me instara con el mayor rigor al estudio de Bach durante mi infancia; y esto en una época y en un país donde el maestro estaba considerado como no mucho más que un Carl Czerny». Busoni empezó a ofrecer conciertos públicos desde que cumplió ocho años – y nada menos que en Viena, donde causó sensación por primera vez en la primavera de 1876. Estudió composición, contrapunto y armonía con Wilhelm Mayer. Antes incluso de su decimoquinto cumpleaños ya había compuesto más de ciento ochenta obras en los géneros más diversos.

Después de realizar amplias giras de conciertos, Busoni fue aceptado en la Reale Accademia Filarmonica de Bolonia, donde se le concedió un diploma de piano. Por recomendación de Hugo Riemann, en septiembre de 1888 le ofrecieron por primera vez un puesto permanente como profesor de piano en la actual Academia Sibelius de Helsinki. Posteriormente dio clases, gracias a la mediación de Anton Rubinstein, en el Conservatorio de Moscú, antes de trasladarse –por recomendación de Theodore Steinway– al Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston. Más tarde Busoni se estableció en Nueva York para concentrarse plenamente en su aclamada carrera como virtuoso.

En la primavera de 1894 se estableció finalmente en Berlín, donde dio comienzo a la apasionante serie de conciertos Obras orquestales nuevas y raramente interpretadas entre 1902 y 1909 con los Berliner Philharmoniker. También dio clases a un reducido número de estudiantes de piano. En 1907 vio la luz su muy influyente Esbozo de una nueva estética de la composición. En 1915, Busoni, que estaba en contra de la guerra, se trasladó a Zúrich, desde donde no regresaría a Berlín hasta 1920. Aquí se hizo cargo de una clase magistral de Composición en la Academia Prusiana de las Artes, que dirigió hasta su muerte en 1924.

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