EN EL REINO DE LO AFORÍSTICO

Obras de György Kurtág. Cuarteto Keller; Hiromi Kikuchi, violín; György y Marta Kurtág, piano. Auditorio Nacional, sala de cámara, Madrid. 7 y 8-5-2008. Ciclo Musicadhoy.

El húngaro György Kurtág (Lugoj, hoy Rumanía, 1926), no precisamente muy conocido por estos lares, es compositor importante, de estilo muy diferente al de su colega y paisano Ligeti. Frente a lo sanguíneo y variado, virulento y fantasioso de éste, Kurtág opone una singular templanza, serenidad y mesura, en una trayectoria basada generalmente en obras breves, a veces agrupadas, envueltas en una suerte de ascetismo, de austeridad pararreligiosa. Formas aforísticas, elípticas, pequeñas composiciones tratadas con la concisión de un Webern, el aliento popular, muy tamizado, de un Bartók, estructuradas con la limpieza de un Bach; pero dentro de una impronta en la que se dan la mano acordes perfectos y disonancias; sonidos rarificados de manera exquisita, timbres aquilatados y refinados.
En el primer se combinaban las voces de los cuatro arcos del magnífico Cuarteto Keller. En el segundo la violinista Kikuchi tocaba muy bien las ocho piezas de “Hipartita”, una sucesión de delicadísimas miniaturas. Luego el propio músico y su esposa se sentaban ante un piano vertical y tocaban pulcramente una selección de “Játékok” (Juegos), breves páginas a dos y cuatro manos que van desde íntimas transcripciones de Bach hasta imaginativas evocaciones impresionistas, todo envuelto en una maravillosa luz íntima propiciada por el pausado discurrir de la música en manos de los dos ejecutantes y por la irreal tímbrica derivada de la aplicación de una supersordina a las cuerdas del piano, hábilmente amplificado por Miklós Lengyelfi. Arturo Reverter