España en la Bienal de Venecia
España en la Bienal de Venecia
Un trabajo por redondear
“La noche y la palabra” de José Manuel López sobre texto de Gonzalo suárez. A.Comas, P.Jurado, D.Rubiera, A.Blanco, T.Pozi. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid. A.Lima, regia. J.M.Broto, imágenes. A.Lima y V.Álvarez, estenografía. J.C.Garvayo, dirección musical.
La Bienal musical veneciana centra su actual edición en las interrelaciones entre ópera y teatro, buscando nuevas formas de expresión a través del concepto multimedia. La mayoría de estos intentos no pasan de ser propuestas balbucientes, pero no podrá llegarse a meta alguna si no se empieza el camino.
Esto es lo que sucede con “La noche y la palabra” de José Manuel López, trabajo que ya pudo contemplarse en La Abadía madrileña, cuyo reducido espacio perjudicó gravemente las sonoridades buscadas. La impresionante y bellísima nave del Arsenal veneciano era sin duda marco ideal. Compusieron la escenografía una pantalla central con imágenes alegóricas, una fosa con agua tras la que se sitúa un coro de nueve voces y los instrumentistas – violin, chelo, contrabajo, flauta, trompeta, trombón, tuba, percusión varia, etc- distribuidos a sendos lados del escenario. El argumento, la conquista de Méjico por España, se desarrolla a través de la intervención de varios personajes, históricos o inventados, vestidos de hoy que alternan habla, recitativo y canto.
La obra se queda a medio camino. El inicio coral hacia concebir esperanzas después frustradas. Existen sin duda momentos dramáticos -así la llegada de los barcos españoles con citas musicales de película medieval y grandes sonoridades de timbal- pero el texto daba para más. El gran problema radica en la escritura vocal. No se acaba de encontrar un nuevo modelo que se aleje de lo ya reiterativo y fallido. Se recurre permanentemente a la amplificación, de un lado para hacer siempre audible la palabra y de otro para indiferenciar el directo de lo enlatado.
Stravinski opinó una vez que había más música en el cuarteto de “Rigoletto” que en toda la “Tetralogía”. Permítaseme una maldad propia en esa línea de exageración: los tres minutos del “Yesterday” de los Beatles poseen más inspiración que los ochenta de la pieza de López y es que, seamos claros, en la música actual hay mucho más oficio que inspiración, sin embargo es casi imposible el encuentro sin búsqueda y López lo intenta.
Formidable el trabajo del Coro de la Comunidad de Madrid, resolviendo las difíciles tesituras y logrando un magnífico trabajo escénico. Muy bien también la orquesta y todos los solistas, con Antonio Comas, Pilar Jurado y David Rubiera a la cabeza. Una notable experiencia a falta de redondear. Gonzalo Alonso
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