Espejismo
Espejismo
Hay En apenas una semana hemos escuchado en España a Edita Gruberova y Waltraud Meier, las Filarmónicas de Viena y Munich y buenas producciones de óperas de Mascagni, Leoncavallo y Henze. Tanta excelencia puede emborrachar y nublarnos la vista hasta el extremo de no darnos cuenta que no es oro todo lo que reluce.
Hace una semana se reunían una docena de los críticos más conocidos del país y, analizando la situación, cundía el mismo pesimismo que cundió recientemente en Italia, donde críticos e instituciones musicales llegaron a firmar un manifiesto solicitando una mayor presencia de la crítica en los medios. Lo lograron. Y no sólo se trata de defender el trabajo de la crítica –musical, literaria o cualquier otra- y su permanencia en el papel sino que las propias instituciones musicales esperan una reciprocidad de trato a su “generosidad” al contratar publicidad. Simple sentido común.
Pero ese mismo sentido común lleva a cuestionar la política que siguen muchos medios de comunicación en un momento en que cunde la desorientación a causa de la casi generalizada caída de ventas en la prensa escrita. Hace falta en sus responsables un cambio de chip. ¿Quién lee tanta página con atentados en Irak? Ya no interesan cuando se ven publicados porque antes se han conocido por radio, televisión e Internet. El lector ya no busca eso, sino algo más: análisis y opinión. Ningún diario logrará aumentar ventas repitiendo lo que el lector ya sabe. Es fundamental atraerse y enganchar a lectores con aquello que no encuentran en los otros medios citados.
La música seria resulta claramente un foco digno de atención para la prensa escrita y no sólo porque toda sociedad tiene obligación de preservar la cultura, sino también porque estamos ante un consumidor del poder adquisitivo que conviene a las firmas que se anuncian en los diarios. No somos cuatro gatos los seguidores de la música. Sólo nuestros teatros de ópera superan los cincuenta mil abonados. Por eso se equivoca quien prescinde en sus páginas de la crítica musical y quien estrangula a Radio Clásica. Hablaremos de ello.
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