Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

Gerhaher, la intensidad
Semiramide Liceo: ¡Che casino!
Por Publicado el: 23/11/2005Categorías: Crítica

Estreno de Charles en la CAM

Ciclos Musicales de la CAM
Una cercana lejanía
Obras de Boccherini, Gershwin, Charles y Ravel. E.Pérez de Guzmán, piano. Orquesta de la Comunidad de Madrid. J.R.Encinar, director. Auditorio Nacional. Madrid, 24 de noviembre.
La Orquesta de la Comunidad de Madrid quiso homenajear con el presente concierto a la revista RITMO por su 75 aniversario, casi coincidiendo con la entrega por el Rey de la Medalla de las Bellas Artes. Setenta y cinco años son muchos años para una revista musical, mucho más si hablamos de España, y es de justicia premiar una labor de edición tan continuada. Por la publicación que fundara Fernando Rodríguez del Río en 1929, y que ahora dirige su hijo Antonio con la ayuda de Pedro González Mira, han pasado varias generaciones de críticos, que iniciamos en ella nuestros primeros pasos profesionales.¡Felicidades y a seguir en la brecha!
Probablemente fuera casualidad y no se programó con conciencia pero, al margen de la preciosa obertura de “La Clementina” de Boccherini, existía una ligazón estética insospechada entre tres obras tan aparentemente distintas en tiempo y espacio como el “Concierto en Fa mayor para piano y orquesta” de Gershwin, la “Rapsodia española” de Ravel y el “Concierto para orquesta” de Agustín Charles, obra que se estrenaba y que había obtenido el premio del último Concurso de Composición Joaquín Rodrigo de la Villa de Madrid.
Tocó muy bien Enrique Pérez de Guzmán la obra con la que Gershwin quiso afianzarse en el mundo de la música clásica. Es una pena que le escuchemos tan poco, pues siempre se agradece un artista de medios y sensibilidad. La obra del catalán Agustín Charles (1960) no deja descanso en los veinticinco minutos de su duración. Es página variada de acentos de intención dramática que se ve perjudicada por una cierta falta de continuidad en su diseño. Estamos más bien ante una sucesión de imágenes sonoras, muy poderosas, abiertas a la imaginación. Como todas las obras de su autor, la partitura resulta muy clara para ganar un concurso, razón por la que Charles quizá sea el autor más premiado.
José Ramón Encinar cerró este imaginativo concierto con la primera obra que Ravel abordase directamente desde la orquesta. El francés murió en 1937, el mismo año que Gershwin, a quien no quiso dar clase para no influenciarle, pero con su “Rapsodia española” sí influyó en Charles y su “Concierto para orquesta”. Gonzalo ALONSO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos