Expertos, ¿en qué?
Se dice que un camello es un caballo pintado por un comité. Y eso cuando el comité dibuja libremente y sin instrucciones. Cuando en un comité hay instrucciones en vez de libertad sale lo que le ha salido a uno de los tantos comités a los que tan aficionado es Zapatero para justificar sus decisiones. La recomendación del comité de expertos sobre el traslado de los archivos históricos de Salamanca no es sólo que estuvo dictada de antemano, no es sólo que fuese un despropósito sino que fue, ante todo, una recomendación de tal falta de imaginación que invalida a todos sus miembros para ocupar cualquier cargo para el que sea necesaria una mínima dosis de imaginación o sentido común.
Se ha vertido mucha tinta sobre el melón que se abre con la recomendación en cuestión que, llevada al límite, podría hacer que las “Lanzas” acabasen en Breda, la “Dama de Elche” en Elche y el “Guernica” en Guernica o en el Guggenheim. Con tanto experto a nadie se le ha ocurrido una recomendación que habría satisfecho a la Generalitat, no enconado a Salamanca y no habría abierto la peligrosa brecha. Es tan simple como la distinción entre los términos “propiedad” y “uso”. Bastaría con haber adjudicado la propiedad de los documentos expropiados en su día a Cataluña a esta comunidad y el uso de los mismos a Salamanca. De esta forma la Generalitat sería la propietaria de los archivos, como lo fue en su día, pero cedería su situación física a Salamanca, que gozaría del derecho de uso. ¿No sería una recomendación más razonable y menos polémica?

Beckmesser