Michael Fabiano: “Con esta crisis, cantantes de 23 a 28 años podrían quedar fuera del negocio”

El programa ArtSmart de Michael Fabiano y el tenor John Viscardi ha multiplicado su actividad durante el periodo de confinamiento

Michel Fabiano

El inicio de la pandemia marcó el comienzo de uno de los peores años para Michael Fabiano. Sin apenas perspectivas de trabajo a corto plazo, sufrió su divorcio y el de sus padres, pero “claramente soy uno de pocos afortunados”, enfatiza. Fabiano, que ofrecerá hoy su última interpretación de Mario Cavaradossi en la producción de Tosca del Teatro Real, debutó el rol en junio en la Ópera de París: “El día de mi cumpleaños [8 de mayo] me enteré de que la función en París se haría finalmente”. 

Esta incertidumbre, apunta, afecta mayoritariamente a los cantantes jóvenes que, por edad, comienzan a despegar sus carreras profesionales: “Los cantantes entre 23 y 28 años tiene oportunidades limitadas en este negocio, y la situación en la que estamos podría reducirlas a cero. Es muy duro”. La formación y profesionalización de los jóvenes le impulsó a fundar ArtSmart en 2016 junto a John Viscardi, un proyecto sin ánimo de lucro que ayuda económicamente a jóvenes talentos con clases magistrales de canto y tutorías y programas educativos para adolescentes y niños menos favorecidos. A día de hoy, ArtSmart está presente en Newark, Philadelphia, San Francisco y Chicago y cuenta con 1.05 $ de presupuesto.  “Un 50% de nuestros mentores son cantantes de ópera y el porcentaje restante trabajan en teatro, jazz o educación”, explica el tenor, “Personalmente, me habría encantado tener esta oportunidad de formación cuando tenía 21, 25 años. Entonces me dedicaba a cantar en Bar Mitzvah por 20$ sin ninguna garantía si quiera de cobrarlos”.

“Pienso que algo que realmente ayuda a los jóvenes a emprender su carrera es la educación sobre cómo funciona este negocio. No porque no deban continuar con la música sino porque si falla, ¿cuál es el plan B?, ¿Hay un plan C?”, continúa, “Nunca sabemos qué va a pasar. Pero si crees que no hay salida y de repente el mundo se paraliza, como acaba de ocurrir, hay que trazar un plan estratégico que contemple alternativas o complementos a nuestra carrera”.

Con la llegada de la pandemia, el planteamiento de ArtSmart se adaptó a las exigencias con clases virtuales y programas digitales que facilitaban el acceso desde cualquier punto del territorio: “El enorme crecimiento de ArtSmart nos plantea un nuevo reto: cómo mantener el nivel alcanzado una vez la enseñanza regrese a las aulas. Creo que la solución será trabajar espacios íntimos con clases privadas, grupos pequeños y cuidadosamente seleccionados para garantizar la seguridad y reforzar el trabajo hacia un objetivo común”.

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