Ganador de un Premio Pullitzer y un Grammy, basó un parte considerable de su producción en la obra de Lorca y la búsqueda de nuevas sonoridades

George Crumb (c) Sarah Schatz

La prolífica imaginación de George Crumb se apagó ayer, 6 de febrero, con el fallecimiento del compositor a los 92 años. Acompañado por su familia, el músico murió en su casa de Media, Pensilvania, tal como anunció su compañía discográfica Bridge Records

George Crumb (24 de octubre, Charleston -Virginia Occidental) se formó en el Mason College of Music de su ciudad natal, la Universidad de Illinois y la Hochschule für Musik de Berlín, doctorándose en la Universidad de Michigan en 1959.

Desde el final de sus estudios, Crumb combinó la composición con la enseñanza. Fue profesor de piano y composición en la Universidad de Colorado, la Universidad de Pensilvania y, tras anunciar su jubilación como maestro en 1997, fue nombrado artista residente en la Universidad Estatal de Arizona.

Sus inquietudes partían de la técnica tradicional a la búsqueda de color a partir de experimentos con el timbre y la amplificación electrónica; el diálogo entre lo musical y lo teatral, indicando a los intérpretes formas alternativas de tocar y moverse en el escenario; y la propia notación musical como punto de partida para una nueva sensación sonora.

El pasado verano, el Festival de Granada dedicó un ciclo a una de las fuentes de inspiración principales del compositor estadounidense: la obra de Federico García Lorca. Durante 50 años, Crumb musicalizó diversos textos de Lorca que fueron presentados por primera vez en conjunto en el marco de este festival. «Tenía 23 años cuando conocí la obra de García Lorca pero pasaron bastante tiempo hasta que empecé a escribir sobre él, mi primera obra con poemas suyos -«Música nocturna I»- no la escribí hasta 1963». «Todo compositor elige a un poeta con el que le resulta fácil trasladar sus imágenes literarias a su propio mundo sonoro y esto es lo que me sucedió a mí con Lorca». Encuentre más detalles sobre este proyecto aquí y lea en este enlace la crítica de Arturo Reverter.

George Crumb, artista esencial en la literatura musical norteamericana del pasado siglo, recibió numerosos galardones, entre los que destacan el Premio Pulitzer (1968) por su obra orquestal ‘Echoes of Time and the River’ y el Grammy a la mejor composición contemporánea por ‘Star-Child’.

Vea a continuación el concierto del 3o de mayo en la Fundación Juan March en el que Fabio Álvarez interpreta los libros Makrokosmos I y II: