Fallece el compositor Joaquín Nin-Culmell
El compositor y pianista Joaquín Nin-Culmell, hijo del también compositor Joaquín Nin Castellanos y hermano de la escritora Anaïs Nin, falleció el miércoles en California a los 95 años. Había nacido el 5 de septiembre de 1908 en Berlín y era el menor de la artística familia Nin-Culmell. Hijo del compositor y pianista Joaquín Nin Castellanos y de la cantante de ópera franco-danesa Rosa Culmell i Varigaud, Joaquín era hermano de la escritora Anaïs Nin y de Thorvald Nin. Nin-Culmell estudió París, donde recibió consejos de Falla –a quién dedicó el “Homenaje a Falla” de 1934- y fue alumno de Paul Dukas, que se convirtió en su principal mentor en el Conservatorio Nacional de Música, donde se graduó en 1935. Aunque permaneció algún tiempo en Europa y Cuba, donde había nacido su padre, fijó su residencia en los Estados Unidos, vinculándose a diversas universidades hasta ser nombrado emérito por la de Berkeley (California) en 1974. Para él fueron perfectamente compatibles la composición, la interpretación, la enseñanza y la investigación. Publicó ensayos como “La guitarra en la música española” (Revista Hispánica Moderna de Nueva York) o “The music of Cuba” (Unión Panamericana, Washington).
Joaquim Nin-Culmell posee en la SGAE 35 obras registradas. En su obra, detallista e intimista, aparece con gran frecuencia el componente folklórico, reflejándose en unas melodías de ritmo y melodía personales. En su catálogo instrumental destacan las “Tres impresiones” y varias sonatas para piano, así como las canciones populares que recogió bajo el título de “Tonadas” y que han sido llevadas al disco por Alicia de Larrocha. En el campo camerístico sobresalen los “Dos poemas de Jorge Manrique” y el “Quinteto para piano y cuarteto de cuerda” y en el vocal los ciclos de canciones populares de distintas regiones de España –algunas de ellas grabadas recientemente por la soprano Elena Grajera-, siendo muy conocidos los “Dos villancicos navideños españoles”. También compuso música para obras teatrales de Shakespeare y García Lorca, así como musicalizó poemas de José Martí. Su obra más importante es quizá el “Concierto para piano y orquesta”, estrenado en 1946 por la Orquesta Filarmónica de La Habana. En 1985 se le rindió un especial homenaje en el Queen Elizabeth Hall londinense.
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