Fallece Sir John Tooley a los 95 años

Director general de la Royal Opera House durante sus años más turbulentos, dedicó su vida a acercar la ópera a la audiencia

Sir John Tooley

El pasado 18 de marzo se confirmó la muerte de Sir John Tooley, director general de la Royal Opera House Convent Garden desde 1980 a 1988.

Tras ser asistente adjunto de la Brigada de los Fusileros durante la Segunda Guerra Mundial, donde adquirió gran parte de sus conocimientos sobre administración, trabajar para la Ford Motor Company y ser nombrado secretario de la Guildhall School of Music and Drama, Tooley llegó a la Royal Opera House en 1955, cuando tenía 31 años. En aquel momento, el teatro llevó a cabo una reforma interna total de su administración, ocasión que favoreció el nombramiento de Tooley como asistente del administrador general, David Webster. Durante los años siguientes, su excelente gestión le llevó a escalar puestos con rapidez convirtiéndose en una pieza fundamental en el engranaje del teatro. Designado para suceder a Webster, Tooley fue nombrado director general en 1980.

Durante su mandato, el director tuvo que hacer frente a las restrictivas políticas culturales de Margaret Thatcher, nombrada primera ministra de Reino Unido un año antes. Una administración con cada vez más obstáculos impuso en Tooley la necesidad de acercar las artes al público y crear nuevas vías de financiación: precios más asequibles; introdujo los Midland Bank Proms en 1972, que se mantuvieron hasta el cierre por reformas del coliseo en 1997; y acabó con las temporadas de grandes nombres en la capital, medidas hoy lógicas pero innovadoras y progresistas en su momento.

Como él mismo declaró en varias ocasiones, “las artes no deberían considerarse un lujo sino parte de la vida”, una filosofía que, potenciada por el imparable espíritu de lucha del director, transformó los años más turbulentos de la Royal Opera House en su época dorada. Tooley fue responsable del nombramiento de George Solti, director artístico entre 1961 y 1971; se puso de parte de los cantantes ayudándoles a superar cualquier dificultad – como cuando Montserrat Caballé dejó el escenario en la interpretación de Un Ballo in Maschera porque su dúo de amor con Luciano Pavarotti carecía de la pasión necesaria y el director, Bernard Haitink, fue incapaz de acercarlos musicalmente -; y se enfrentó a una prensa cada vez más incisiva y opresora durante los años de Thatcher en el gobierno – Hugh Canning escribiría en The Guardian en 1987 que el Covent Garden se había “convertido en sinónimo de mediocridad en el contexto de la ópera europeo”.

Ernst Dunshirn

Un día antes del fallecimiento de Tooley, el 17 de marzo, se anunciaba la muerte de Ernst Dunshirn a los 85 años, Director del Coro de la Ópera Estatal de Viena. El maestro accedió al puesto en 1997 y se mantuvo hasta 2007. Tras estudiar dirección y música sacra en Viena y Francia, Dunshirn giró con el Coro de Cámara de Viena. Poco después fue nombrado director de coro con organizaciones como el Festival de Salzburgo y el Festival de Bregenz, entre otros.

Por otro lado, Dunshirn era profesor de coro en la Universidad de Viena y participaba como jurado de prestigiosas competiciones de coro internacionales.

Andreas Pieske, director de coro de Leipzg Opera de 1960 a 1990, murió a los 91 años. Se le atribuye la creación de ‘uno de los mejores coros de ópera en países de habla alemana’. Después de jubilarse, enseñó en varias universidades durante casi 30 años.