El Festival de San Remo, un inicio
En días pasados tuvo lugar la edición 2024 del Festival de San Remo. He de suponer que mi caso no será el único y que otros seguidores de la música clásica tendrán parte de sus raíces en el festival de festivales. Yo lo empecé a seguir desde 1964. Un año antes había vencido Gigliola Cinquetti con “No tengo edad” y la había visto entonces ganar también el Festival de Eurovisión. De hecho, me quedé prendado de aquella niña de quince años y dientes prominentes. Luego, al paso de los años, seguí el festival por TVE, que lo retransmitió en directo guiado por la voz de Federico Gallo hasta 1982, quien se permitía comentarios muy personales: “Ornella Vanoni, llamada la cantante de la mala vida, vayan ustedes a saber por qué…”. Pues las voces de Vanoni -cuyo anterior calificativo venía del título de uno de sus LPs- como las de Iva Zanicchi o Mina me fueron guiando hacia las de Caballé, Callas o Tebaldi y la ópera. De ahí que rinda hoy homenaje a San Remo.
Su primera edición se celebró el 29 de enero de 1951 en el casino de la bella ciudad de la Riviera italiana. Aquella sede se mantuvo hasta 1976, para pasar luego al mucho mayor aforo del Teatro Ariston. Fue transmitido por primera vez por la Rai en 1955 y hoy sigue siendo uno de los acontecimientos televisivos con mayor audiencia. Es curioso que la Rai lo emita libremente para todo el mundo, mientras que no lo hace con la apertura de la Scala, sólo visible en la propia Italia. Habitualmente el vencedor de San Remo se presenta en Eurovisión, donde Italia ha triunfado tres veces, pero no siempre ha sido con la canción ganadora. No sólo sus cantantes, sino también sus presentadores -Mike Bongiorno, Pippo Baudo, Amadeus, etc.- han hecho historia, cada uno de ellos por razones diferentes.
Todos los grandes cantantes italianos han desfilado por el Festival de San Remo, por lo que la enumeración sería inviable, y durante años -fundamentalmente las décadas sesenta y setenta- también muchos extranjeros. Cada canción era defendida entonces por dos cantantes, uno de ellos no italiano. Así participaron, entre otros muchos, José Feliciano, Ray Charles, Queen, Stevie Wonder, Louis Armstrong, Les Surfs, Elton John, Dusty Springfield, Dionne Warwick -que levantó al público de sus asientos-, Timi Yuro, Gene Pitney, Roberto Carlos, etc.
Desde aquella primera vencedora, “Grazie dei Fiori” de Nilla Pizzi, han sido muchas las que han volado por todo el orbe empezando, sin ir más lejos, por “Volare (Nel blu dipinto di blu)” de Domenico Modugno versionada en todos los idiomas y aún hoy favorita en karaokes. Recordemos la citada al inicio “Non ho l’età” o “Io che non vivo” de Pino Donaggio, número uno en todo el mundo en la voz de Dusty Springfield con el título “You Don’t Have to Say You Love Me”, quien había participado sin éxito con otras dos canciones, pero se fijó en aquella para promocionarla.
No todo han sido alegrías en el festival. Las lágrimas de los perdedores se convirtieron en drama cuando en 1976 Luigi Tenco fue hallado muerto en la habitación de su hotel tras no alcanzar la final con “Ciao, amore, ciao”.
La edición del Festival de San Remo de este año ha contado con treinta canciones en su final, de las cuales más de veinte eran temas muy aceptables. La ganadora popular -manda el televoto- fue “La Noia” de Angelina Mango, una especie de cumbia premiada también por el jurado experto a la mejor música, pero no le fue muy atrás “Sinceramente”, premio a la mejor letra.
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