El Festival Internacional de Música de Canarias celebra su 39º edición, cuajada de novedades
El archipiélago dará la bienvenida por primera veza 4 de las 8 orquestas que conforma la programación, a 11 de los 13 solistas, y escuchará un 45% de repertorio inédito en ediciones anteriores
Del 12 de enero al 11 de febrero de 2023 se celebra una de las ediciones más especiales y potentes del Festival Internacional de Música de Canarias (FIMC), con casi 60 conciertos repartidos por las ocho islas. En un año en el que se vuelve al 100% de los aforos, el festival estará cargado de novedades, como el debut de gran parte de los músicos que pasen por el archipiélago canario: cuatro de las ocho orquestas y once de los trece solistas actuarán por primera vez en el FIMC. Además, el 45% del repertorio que se interprete sonará por primera vez en el festival.
Además, con esta edición a punto de arrancar se pondrá en marcha un proyecto piloto para reducir la huella de carbono que generan los desplazamientos que se producen en el festival. Se trata del primer festival de música clásica de España que pone en marcha una iniciativa de este tipo. La idea es que el proyecto crezca de manera exponencial para que en 2024 se puedan calcular los desplazamientos de casi todas las formaciones musicales que pasen por el festival y, así, poder invertir en más iniciativas que luchen de forma activa contra el cambio climático. El proyecto forma parte de la Estrategia Canaria de Acción Climática desarrollada por el Gobierno de Canarias para paliar los efectos nocivos de las emisiones de gases de efecto invernadero.
30 días junto a artistas y formaciones del mayor prestigio
La prestigiosa Orquesta Filarmónica de la BBC será la encargada de dar el pistoletazo de salida a esta ambiciosa edición que comenzará el 12 y 13 de enero con obras de Gerhard, Britten y Ravel, en un concierto que estará dirigido por Juanjo Mena y contará con la violinista germano-coreana Clara Jumi-Kang como solista.
Tras el paso de la pandemia, este año el festival vuelve a recuperar los grandes repertorios sinfónicos con la participación de la plantilla completa de algunas de las orquestas con mayor reputación a nivel internacional. Además de la Orquesta Filarmónica de la BBC, otras de las formaciones destacadas que participan este año son: la Orquesta Sinfónica de Bamberg, dirigida por el director checo Jakub Hrusa; la Orquesta de Cámara de Escocia, encargada de interpretar la pieza Luz, Amor y Éxtasis compuesta ad hoc para el festival por la compositora canaria Laura Vega; o la Orquesta de Cámara de Europa, que estará dirigida por Andrés Orozco-Estrada.
El 39º FIMC también congregará a grandes figuras mundiales de la música clásica, como la joven estrella del piano Daniil Trifonov -que debuta en el FIMC-; o el regreso del clavecinista, musicólogo y director neerlandés Ton Koopman, una leyenda viva de la música barroca. Otros de los nombres propios destacados son el conocido guitarrista Pablo Sáinz-Villegas, el director Maxim Emelyanychev, la mezzosoprano Elina Garança, el Cuarteto Casals (Premio Nacional de Música 2006) o el mítico conjunto británico Gabrieli Consort, entre otros.
Un mensaje de paz y solidaridad frente a la guerra
El broche de oro del festival se transformará en un deseo de paz gracias a la Orquesta Sinfónica de Kiev, que clausurará la 39º edición con conciertos en Gran Canaria, Fuerteventura y Tenerife los días 9, 10 y 11 de febrero. La participación de esta orquesta es un claro ejemplo de la esencia del FIMC y su compromiso de posicionar a la música como parte fundamental del cambio social. También como una llamada a la paz y solidaridad con quienes más sufren. Porque la música es el único lenguaje internacional que siempre ha servido de unión más allá de las fronteras de todos los países.
El conjunto -dirigido por el italiano Luigi Gaggero– interpretará tres piezas de compositores ucranianos, siendo la última la Sinfonía nº3 de B. Liatoschinsky, el compositor más internacional de Ucrania. Creada en la década de 1940, la obra se titula ‘La paz vence a la guerra’ y es un homenaje a las víctimas del nazismo. Una pieza cargada de simbolismo, que cobrará un nuevo significado, cargado de esperanza, cuando suene en los escenarios canarios en 2023.
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