Los festivales son para el verano

Después de un año de silencio forzoso debido a la pandemia, las principales citas estivales de música clásica de Europa vuelven a levantar el telón y a recuperar poco a poco el pulso. Estas son las apuestas imprescindibles de los festivales por antonomasia. El fuego lo abre Verona, que se inauguró el pasado sábado.

Muti baja a la Arena de Verona

Es el primero de los grandes festivales de verano que arranca. Lo hará el día 19 de junio (y se extenderá hasta el 4 de septiembre) con un concierto que tendrá a Riccardo Muti y Verdi como protagonistas de una Aida que también se escuchará el día 22. El director italiano vuelve a este colosal anfiteatro 41 años después para celebrar como merece los 150 años de esta ópera, estrenada en 1871. Aun con el aforo reducido a 6.000 espectadores, el imponente escenario veronés, que este año dará prioridad a la utilización de nuevas tecnologías (en lo que significa un maridaje de la ópera con la Historia y el arte, desde el Museo Fellini a la Galería de los Uffizzi), acogerá un despliegue de títulos en los que, desde luego, son todos los que están, aunque falten nombres, claro está.

Entre las parejas de relumbrón Netrebko-Eyvazov y el también matrimonio Alagna-Kurzak, en el doble programa Pagliacci/Cavalleria rusticana que tanto gustan de interpretar. Destaca la presencia de cuatro grandes nombres españoles en otros tantos títulos, además del concierto que ofrecerá Plácido Domingo, un habitual de la Arena. Así se escucharán las voces de Celso Albelo (La traviata), Jorge de León (Aida), Saioa Hernádez (Nabucco) y Ruth Iniesta (Turandot), un cuarteto de lujo. Dentro de las galas sobresalen el “Requiem” de Verdi (que dirigirá Speranza Scappuci, que debuta aquí), la gala que tendrá como protagonista a Jonas Kaufmann, además de  la “Novena” de Beethoven y la gala Roberto Bolle and Friends.

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Munich son palabras mayores

Una referencia que se ha consolidado con el paso de los años el encuentro que organiza la Bayerische Staatsoper cuenta con todos los alicientes de una cita imprescindible en el calendario lírico estival que este año rebosa de títulos (a celebrar entre el 25 de junio y el 31 de julio) y que arranca con un Tristán e Isolda de nueva producción, que tiene cuatro nombres de referencia: los de los cantantes Anja Harteros y Jonas Kaufmann, el director Kirill Petrenko y el regista Krzysztof Warlikowski.

Wagner se hará presencia con El holandés errante, el Anillo del nibelungo, con Gergiev y un Tannhäuser de campanillas que reunirá nada menos que a Klaus Florian Vogt, Christian Gerhaher y Georg Zeppenfeld, y en el que destaca especialmente Lise Davidsen que dará vida a Elisabeth. Quince títulos que incluyen, por ejemplo, la recuperación de la Turandot de 2011 firmada por La Fura, Siete muertes de Maria Callas (estrenada poco antes de la pandemia y felizmente recuperada aquí) o la segunda nueva producción de esta edición, un Idomeneo que promete, con dirección de escena de Antú Romero Nunes, Carydis y la batuta y las voces de Polenzani, Emily D’Angelo y Hanna-Elisabeth Muller. No faltarán los recitales, para los que las entradas ya están agotadas, de Erwin Schrott, Christian Gerhaher, Ludovic Tézier, además de dos conciertos al aire libre, uno de ellos con Mehta en el podio, Aida, con Anita Rachvelishvili, Krassimira Stoyanova y Fabio Sartori en los principales papeles.

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Festival Aix-en-Provence: soñar la realidad

Pierre Audi, director del festival, tuvo claro que para dejar atrás la pesadilla vivida era necesario soñar. Y de ese sueño ha hecho lema de esta edición, una invitación que abre a artistas, músicos y público. El encuentro de este año se celebrará del 30 de junio al 25 de julio y tendrá a la ópera como protagonista, con nuevas producciones de Nozze de Fígaro (seis representaciones entre el 2 y el 14 de julio), con Thomas Hengelbrock en el podio y Lotte de Beer en la escena, un Falstaff con regia de Barrie Kosky y batuta de Rustioni (entre el 1 y el 13 de julio) y Tristán e Isolda, del 2 al 15 de julio, con dos “Simones” a los mandos: Rattle y Stone y las voces de Stuart Skelton y Nina Stemme. Más ópera con la galardonada  Innocence de Kaija Saariaho, Combattimento: The Black Swan Theory, de Monteverdi, Rossi y Cavalli, The Arab Apocalypse, de Samir Odeh Tamimi, I due Foscari, de Verdi  en versión concierto con la voz de Leo Nucci en el papel de Francesco Foscari y  la presencia de Rimsky Korsakov con El gallo dorado en una nueva producción que contará con la dupla Rustioni-Barrie Kosky.

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Festival de Salzburgo: que la paz sea con todos

Casi como en 2019. La venta de localidades se ha disparado ante la perspectiva del aforo completo, siempre que la pandemia lo permita y de regresar, año mediante, a una edición como las de antes, como las de siempre, que se inaugurará el 17 de julio y se prolongará hasta el 31 de agosto. Se recuperan algunas de las producciones aparcadas el curso pasado y se retoma buena parte de los proyectos que no pudieron ver la luz en 2020, a causa de la pandemia. Se reponen asimismo algunas propuestas que ya vieron la luz en el verano anterior, como Così fan tutte y Elektra. Entre los platos fuertes, un Don Giovanni con Teodor Currentzis en el podio y Leo Castellucci en la dirección de escena, la Tosca que un año más sube al escenario a Anna Netrebko, con Yusif Eyvazov y Ludovic Tézier (tras interpretar el mismo papel en el escenario del Teatro Real) y la Elektra de Strauss con el binomio Welser-Most/Warlikowski en podio y escena respectivamente y la voz de Asmik Grigorian, imperdible. Sin olvidar Intolleranza de Nono, Così con regia de Christoph Loy e Il trionfo del tempo e del disinganno, con la firma de Robert Carsen y las voces de Cecilia Bartoli, Mélissa Petit y Lawrence Zazz. No faltará un bien dotado apartado musical, con lied, conciertos especiales o matinés mozartianas. Salzburgo vuelve con ganas y con una fuerza casi intacta. William Kentridge es el encargado de ilustrar este año el programa de una edición que pivota sobre el concepto de “Paz”.

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Bayreuth, en formato reducido

El festival regresa, aunque lo hace poco a poco (pospone, por ejemplo, la nueva producción del Anillo a la espera de tiempos menos inciertos). El holandés errante inaugurará esta edición el 25 de julio, una nueva producción con Tcherniakov y Oksana Lyniv y las voces de Asmik Grigorian, Eric Cutler, Georg Zeppenfeld y Marina Prudenskaya, a la que seguirá Los maestros cantores de Nuremberg, Tahnnhauser (con el español Jorge Rodríguez-Norton de nuevo en el papel de Heinrich el escriba) y La valquiria, con una dirección de escena de Hermann Nitsch, nombre clave del accionismo vienés, que puede deparar, si el tiempo no lo ha amansado, alguna sorpresa. Destacan la presencia de Klaus Florian Voght, Lise Davidsen, Irene Theorin, Christa Mayer, Stefan Gould, Ekaterina Gubanova o la siempre refrescante y colorista de Le Gateau Chocolat. Andris Nelsons dirigirá dos conciertos en agosto en el que participarán Klaus Florian Vogt, Christine Goerke y Günther Groissböck y que reunirá fragmentos de Lohengrin, El ocaso de los dioses, La valquiria y Parsifal. Habrá ópera infantil (el título es Tristán e Isolda), así como las clases magistrales.

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Pesaro, viva Rossini

Del 9 al 22 de agosto el festival desplegará una nueva edición que este año celebrará los veinticinco de su debut en la que es su casa de Juan Diego Flórez. Levantará el telón Moisés y Arón, con dirección de escena de Pier Luigi Pizzi, Sagripanti a la batuta y las voces de  Roberto Tagliavini, Erwin Schrott, Alexey Tatarintsev (Éliézer) y Eleonora Buratto. Además, se podrá disfrutar de Elisabetta Regina d’Inghilterra, contando como protagonista con Karine Deshayes y con dirección musical de Evelino Pidó y escénica de Davide Livermore. En propuesta de Barbe & Doucet y con la batuta de Michele Spotti se escuchará también Il Signor Bruschino, donde participará la soprano española Marina Monzó, en el papel de Sofia, que tendrá la mejor compañía: Giorgio Caoduro, Pietro Spagnoli y Manuel Amati. No faltará un año más el siempre divertido y refrescante Il viaggio a Reims de Emilio Sagi, con la participación de los estudiantes de la Accademia Rossiniana Alberto Zedda. Además, el Stabat Mater, una Gala Rossini y varios conciertos protagonizados por Juan Diego Flórez, Anna Bonitatibus, Nino Machaidze, Maxim Mironov, Erwin Schrott, Annick Massis, Marina Monzó, Sonia Prina y Eleonora Buratto.

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