La formación liderada por Semyon Bychkov ofrecerá un programa dos programas en cada ciudad, acompañado en uno de ellos por las hermanas Labéque como solistas

Semyon Bychkov y la Filarmónica Checa

San Sebastián y Santander despiden esta semana su 83º y 71º edición respectivamente. Ambos festivales recibirán la visita de la Filarmónica de República Checa junto al maestro Semyon Bychkov, su director titular desde la temporada 18/19, que liderará dos programas en cada ciudad.

El primero, que se escuchará primero en San Sebastián, el 26 de agosto, y después en Santander, el 28 de agosto, consiste en la Séptima Sinfonía de Mahler, una obra que estrenó su propio autor con la Filarmónica checa en 1908. Para el segundo programa, programado los días 27 de agosto en el Auditorio Kursaal Eszena y el día 29 en el Palacio de Festivales de Santander, la formación recibirá al Orfeón Donostiarra y a Katia y Marielle Labèque. La segunda propuesta es un monográfico de compositores checos en el que la popularidad de Dvorák cede su espacio a dos obras cumbres de Bohuslav Martinů y Leoš Janáček. La Obertura carnaval, op. 92 del primero abrirá la velada, que continuará en la primera parte con el Concierto para dos pianos y orquesta H292 de Martinů, interpretado por las hermanas Labèque. En la segunda parte, la Filarmónica y su titular abordarán la Misa Glagolítica de Janáček, para la que se requerirá la participación de la soprano Evelina Dobračeva, la mezzosoprano Lucie Hilscherová, el tenor Aleš Briscein, el bajo Jan Martiník y la organista Daniela Valtová Kosinová.

Orquesta Filarmónica Checa

Con una historia de 125 años, ofreció su primer concierto –un programa dedicado enteramente a Dvořák y dirigido por el propio compositor– en la célebre sala Rudolfinum, el 4 de enero de 1896. Reconocida por sus notables interpretaciones de las obras de los compositores checos, es asimismo elogiada por su especial relación con la música de Brahms, Chaikovski y Mahler, quien la dirigió el estreno mundial de su Sinfonía nº 7 en 1908.

Su extraordinaria trayectoria refleja, tanto su ubicación en pleno corazón de Europa, como la turbulenta historia política de la República Checa, para la que Mi Patria de Smetana representa un potente símbolo. En 1945, su Director Titular Rafael Kubelík, dirigió esta obra como un concierto de agradecimiento a la recién liberada Checoslovaquia. Fue, asimismo, la elección de Kubelík para celebrar las primeras elecciones libres.

En la historia de la orquesta, cabe destacar dos aspectos fundamentales: su apoyo y dedicación a los compositores checos y su convicción en el poder de la música como agente de cambio vital. Václav Talich, director titular de 1919 a 1941, fue pionero en ofrecer conciertos para trabajadores, jóvenes y organizaciones de voluntarios, desde comienzos de la década de 1920.