García, profeta en su tierra
García, profeta en su tierra
ABC, 6 marzo
Ópera: “L’isola disabitata” de Manuel García. Intérpretes: Carmen Romeu, Marifé Nogales, Jesús Álvarez, César San Martín. Director de escena: Emilio Sagi. Escenografía: Daniel Bianco. Vestuario: Pepa Ojanguren. Iluminación: Albert Faura. Director musical y pianista: Rubén Fernández Aguirre. Coproducción del Teatro Arriaga de Bilbao y el Teatro de la Maestranza. Lugar: Sala Manuel García del Teatro de la Maestranza. Fecha: 04/03/2010.
CARLOS TARÍN
El Maestranza, que empezó dudando de la valía de su paisano, lo ha terminado adoptando como su gran principal. Y esta vez era la sala que lleva su nombre la que acogía no una producción propia, sino del Arriaga bilbaíno, capitaneada nada menos que por Emilio Sagi, toda una garantía de inteligencia y buen hacer, lo que viniendo de una dirección de escena operística es un calificativo inalcanzable. Blanco para personajes y sillas apiladas (rocas tan inertes como las sillas de un guardamuebles) frente a un azul intenso para la esperanzada arena. El movimiento de los personajes y el aprovechamiento escenográfico quedó bien aprovechado por los excelentes cantantes. Romeu tiene una voz poderosa (que sobresale más en una acústica pequeña y seca), es diestra en coloraturas y se mueve con ágil naturalidad entre los escollos belcantistas, mientras Nogales alcanza sus notas más graves como mezzo hasta algunas ciertamente agudas; ambas se mueven en un timbre afín, cual si de verdad fuesen hermanas. En los hombres fue distinto. El tenor Álvarez tuvo una entrada enormemente destemplada, sobre un registro de tenor lírico-ligero de escaso volumen –aunque suficiente para la sala-; pero contrastaba con el hercúleo de San Martín, muy joven, que una vez redondeado será un barítono extraordinario. Démosle tiempo. En el piano estuvo soberbio Fernández Aguirre, tanto como en la cuidada dirección musical. Pero sobre todo por la manera tan fiel de devolvernos al compositor sevillano, más cerca del Mozart del “Così” –planteamiento moral, personajes- que de Rossini, con algunos momentos musicales excelsos, tanto en sus melodías como en el cuidado acompañamiento. Bienvenido a la tierra, Monsieur García.
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