GERARD MORTIER, Director Artístico del Teatro Real
GERARD MORTIER, Director Artístico del Teatro Real
El Teatro Real ha llegado a un acuerdo con Gerard Mortier, para que sea su próximo Director Artístico. Mortier iniciará su colaboración con el Teatro Real, con plena dedicación, a partir de enero de 2010, e incorporará un conjunto permanente de excelentes directores de orquesta, que reemplazarán a la figura del director musical, y asumirán la responsabilidad de alcanzar los mejores resultados musicales con la orquesta y el coro del Teatro.
La contratación de Gerard Mortier responde plenamente a las expectativas con las que el Teatro Real quiere abordar la nueva etapa que empieza en el 2010, y ha sido respaldada por el Ministerio de Cultura, y también por la Comunidad de Madrid, que son las Administraciones Públicas fundadoras del Teatro Real.
El próximo 2 de diciembre, el Director General del Teatro, Miguel Muñíz, y Gerard Mortier, como nuevo Director Artístico, convocarán una rueda de prensa en relación con este nombramiento. Se afirma que en ella Mortier informará de lo que cobrará -se asegura que, en plena crisis, no superará las remuneraciones de los tres anteriores directores artísticos (García Navarro, Sagi y Moral), aunque no se sabe si han querido decir juntos-, prometerá hacerse residente en España y tributar en ella fiscalmente y jurará no traer a dirigir, por vez primera en un teatro donde él manda, a su antigua relación, frecuentemente abucheada por los públicos.
El actual director artístico, Antonio Moral, se enteró del nombramiento cuando, estando en el teatro, le pasaron una nota de prensa. Los patronos han sido informados telefónicamente cuando ya muchos de ellos conocían la noticia por otros medios.
Mortier ya se ha apresurado a realizar su primer encargo con el que festejar su aterrizaje en el Real. Ha pedido a un conocido compositor y a un muy polémico regista la operización de “La violetera” y “Por la calle de Alcalá” en programa doble. Le encantaron los comienzos: “Por la calle de Alcalá con la falda almidoná y los nardos apoyaos en la cadera la florista viene y va y sonríe descará por la acera de la calle de Alcalá” y “Llevelo usted señorito que no vale mas que un real. Compreme usted este ramito. Compreme usted este ramito pa’ lucirlo en el ojal”. Y es que paseaba por la calle de Alcalá cuando logró vender su ramito. Y Vela del Campo se lo puso a Marañón en el ojal.
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