Arena de Verona

Sboarina llamado a solucionar los problemas de la Fundación Arena

El 29 de agosto el periódico ‘L’Arena’ hacía pública una carta escrita por los gestores de la Fundación Arena, Gianfranco De Cesaris, Andrea Delaini y Francesco Tartarotti, hacia Cecilia Gasdia, nombrada responsable de la institución el 19 de enero de 2018 por Federico Sboarina. En ella los tres gestores expresaban su disconformidad con la toma de decisiones de la directora, ya que en ningún momento se consensuaron, y reflexionan sobre las consecuencias que esto podría tener en la estabilidad económica de la Fundación. La carta materializa un clima de tensión ya evidente fuera de la institución. También los trabajadores del Arena manifestaron su disconformidad con la gestión de Gasdia mediante una huelga que retrasó las representaciones de Carmen los días 9 y 28 de agosto.

Orietta Salemi, Consejero Regional del Partido Demócrata solicitó la intervención del presidente de la Fundación y alcalde de Verona, Federico Sboarina: “el presidente tiene la obligación de garantizar la correcta gestión de la Fundación, tanto por el bien de sus trabajadores como de la Fundación Arena, símbolo de la ciudad de Verona”. Por otro lado, la necesidad de intervención de Sboarina también fue reclamada por Michele Bertucco, concejal de Verona por el partido Sinistra en Comune, quien pide que la crisis de la institución no sea pagada por los trabajadores sino que sean sus líderes quienes se responsabilicen. Como respuesta, Sboarina convocó una reunión con los directivos el 20 de septiembre que no llegó a celebrarse.

El 30 de octubre se aprobó por unanimidad de los concejales de Verona una moción que exige que se duplique la contribución de la Municipalidad a favor de la Fundación Arena, que se aumenten los fondos destinados a la institución lírica y que se elaboren informes anuales para el ayuntamiento. Esta iniciativa parte del grupo de Michele Bertucco, quien afirma que “la Fondazione Arena se encuentra aún en una fase crítica, con las negociaciones con los empleados en punto muerto y con diferencias entre los gerentes y la directora Cecilia Gasdia. Se han registrado beneficios de 300.000 euros en 2016 y 600.00 en 2017 a costa del sacrificio de los trabajadores y recortes de millones de euros. Si no se aplican medidas de recuperación, la Fundación corre el riesgo de volver a la precariedad. Las medidas tomadas hasta ahora han sido insuficientes. La administración debe enfrentarse cuanto antes a la capitalización de la Fundación. Además, hay que aclarar el destino de los ingresos de otras actividades del teatro. Pedimos el diálogo entre el consejo municipal y la Fondazione, así como que los concejales puedan acceder a la documentación requerida, en concreto de Arena di Verona SRL, Arena Extra y del Museo Amo. Nuestro objetivo es que la Fundación emerja de la situación en la que se encuentra y logre la estabilidad por su bien y el de la ciudad de Verona”.

El alcade de Verona y presidente de la Fundación Arena, Federico Sboarina, respondió lo siguiente: “La temporada de verano terminó positivamente después de estar al borde de la quiebra y haber registrado una deuda de 30 millones de euros. Además, la ciudad triplicará la contribución a la Fundación, a través de Arena di Verona SRL, pasando de 300.000 euros a 1.000.000”. Sboarina ha aclarado también que los beneficios obtenidos por actividades fuera de la lírica que organiza el teatro se reinvierten en la institución. “Queremos conseguir un aumento en las inversiones para proteger los empleos y la programación durante los 12 meses del año. La Fundación es una símbolo único de nuestra ciudad”, continua.

Para algunos líderes políticos, la relación de la cúpula directiva de la Fundación Arena está ocupando el primer plano del conflicto dejando al margen la crisis de la Fundación y los problemas de sus trabajadores.

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