El director de escena, que estudió canto junto a su padre, Mario del Monaco, imparte en febrero varias Master Class en Roma y Madrid

Giancarlo del Monaco

Acaba de cumplir 80 y está en una forma envidiable, “A mi padre le pasaba lo mismo. Debe ser cuestión de la genética”, comenta a modo de sucinta explicación Giancarlo del Monaco. Con el gran Mario aprendió canto durante cinco años, como para no presumir de tener un profesor de altura, el mejor, “aunque hay mucha gente que desconoce que yo tengo estos estudios. Me conocen por mi faceta de director de escena únicamente”. Tenía, y tiene, cuerda de tenor dramático, pero con una gigante en la familia mejor dirigir los pasos hacia el escenario por otro camino. Y el joven Giancarlo se decantó por la dirección de escena. Han sido años, casi sesenta, de pisar las tablas y escuchar voces. Por eso, en breve vuelve a retomar una de sus facetas y pone la voz en el centro. Ha impartido clases magistrales en Roma (2, 3 y 4 de febrero) y lo hará en Madrid (23, 24, 25 y 26 de febrero), organizadas por la Academia Internacional Mario del Monaco “para jóvenes y todos aquellos artistas que deseen perfeccionar desde el punto de vista escénico y vocal. De la ópera lo sé todo”, dice con orgullo. Massimiliano Tisano será el pianista que acompañará a los artistas.

La soprano que era mezzo

Sandra Ferrández

Mario del Monaco sentó escuela y cátedra y muchas voces pasaron por sus manos y tuvieron en el tenor a su maestro. Su hijo fue uno de ellos. “Ha habido muchos grandes cantantes que moldeó mi padre. Es un orgullo”, narra. Para el profesor Del Monaco no serán estas sus primeras clases. Es una vuelta a la enseñanza, aunque sea por unos días. “Mi padre siempre me decía que quien tiene dinero no tiene voz y quien no tiene dinero, tiene voz. Qué verdad más grande. Él las impartía en un castillo que había cerca de Venecia y llegaban alumnos de todo el mundo”, recuerda. Él, en Alemania y Verbier, también en Italia. Hace años las impartía gratis, como el Taller de Interpretación Escénica de Alcalá de Henares. Y a aquel taller alcalaíno de 2005 asistió una alumna de nombre Sandra Ferrández. Hoy, casi veinte años después, lo recuerda con mucho cariño: “Aprendí mucho y lo pasé genial. Y fue el primero que me dijo que estaba equivocada y que yo era una mezzo que quería hacer de soprano”, recuerda. ¿Y le hizo caso a Del Monaco? Bueno, al instante, no. Con el tiempo, sí. “Y siempre que le veo me lo recuerda. Aprendí cómo abordar un personaje dramáticamente, a buscar la verdad para actuar, me enseñó que menos es más y que la técnica vocal, el bel canto italiano, es fundamental”. Hoy, la mezzo es una de las cantantes españolas con mayor proyección. ¿Proyectos? El 3 de febrero debutó La vida breve, de Falla, en ADDA Sinfónica, con Ángel Ódena y Francesco Pio Galasso, entre otras voces, y con dirección de Miquel Ortega.

¿Y encuentran los jóvenes que empiezan tiempo? “Hoy, es un bien escaso. Se va con mucha prisa a todo y en la ópera hay que dar un paso tras otro. Son muchos los cantantes que me piden consejo sobre los papeles que cantar o sobre técnica vocal y por eso, cada cierto tiempo, me decido a impartir unas clases magistrales”, explica. Y añade: “¿Cómo se utiliza la laringe? Hay cantantes, un buen puñado, que no están seguros de su técnica. Son muy buenos en lo suyo, pero no han podido conseguir aún la técnica deseable. Y ahí es donde entro yo. A Roma y Madrid le seguirán Nueva York y Berlín. “He hecho de la necesidad, virtud. Y como se me han caído varias producciones por la guerra de Ucrania, he decidido no perder el tiempo libre y montar estas clases”.

Mario del Monaco como Otello

Enriquecerse mutuamente

Las clases romanas tuvieron como sede el Aula Magna de la Facultad de Teología Valdense, en la céntrica Via Pietro Cossa: “Se trata de resolver dudas, de ensayar sobre cómo se está sobre la escena o cómo enfrentarse a una audición, ofrecerles consejos sobre vocalidad e interpretación. Vamos a hablar de técnica vocal, de la concentración escénica, de la manera de analizar a cada personaje, tanto física como psicológicamente, que es importantísimo. Y vamos también a aprender. Todos. Ellos y yo, es un enriquecimiento mutuo. Estar en el escenario no es solo tener una voz estupenda, es una parte fundamental, claro, pero es necesario saber moverse y tener capacidad para transmitir sentimientos, actuar y contagiar. Yo me he encontrado a lo largo de estos años a cantantes con carreras sólidas, he descubierto a unos cuantos también que hoy están trabajando en importantes coliseos de todo el mundo. No es solamente enseñar, sino también descubrir. Muchos artistas no saben lo que tienen dentro de la garganta. Pero que nadie piense que aquí se hace posible lo imposible, no hacemos milagros, sino que ayudamos vocal y escénicamente a todo aquel que quiera asistir a estas clases”, señala. A su experiencia como director de escena añade, pues, durante estas jornadas su faceta menos conocida de experto en voz. Y habla de dos de sus más queridos descubrimientos, el del tenor Jorge de León y el de la soprano Fiorenza Cedolins, a quien echó el ojo en Niza, ambos con carreras sólidas a la espalda.

Firoenza Cedolins

La importancia del carisma

¿Qué ha de tener un cantante para llegar? “Cuatro cosas: personalidad, musicalidad, una voz interesante y ser carismático. Tito Gobbi, que era el barítono de Maria Callas, poseía un genio absolutamente carismático. Fue el más grande intérprete de Iago y Scarpia, aunque no tenía una grandísima voz, pero su encanto y magnetismo hacían todo lo demás. Una voz sola no basta, no es suficiente”, asegura el regista.

El primer grupo de candidatos tendrá la oportunidad de trabajar codo a codo con uno de los grandes expertos en arte escénico. Tres días de intenso trabajo en la capital italiana que finalizaron el 5 de febrero con un concierto público de los participantes. La segunda parada será en Madrid del 23 al 26 de febrero, antes de hacer las maletas con destino a otras ciudades de Europa y Estados Unidos. Las clases magistrales también se pueden seguir en línea para hacerlas accesibles a todo aquel que desee recibir las lecciones del maestro. O simplemente para seguidores del canto y de Del Monaco.

Gema Pajares