Gómez Martínez salva una velada problemática
23 Festival de Música de Canarias
Gómez Martínez salva una velada problemática
Obras de Verdi, Donizetti, Mascagni, Catalani, Puccini. E. Prokina, soprano. Coro de la OFGC y Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. M.Gómez Martínez, director. Auditorio Alfredo Graus. Las Palmas, 10 de enero.
Pido disculpas por haberme equivocado en mi anterior crónica canaria. Escribía en ella que, a efectos de público, hubiese sido más eficaz haber inaugurado el Festival con un concierto como el ahora comentado, a base de arias, coro y oberturas de ópera, con el reclamo de una figura tan conocida localmente como Cristina Gallardo Domás y a precios de diez euros. Y me equivoqué porque en el aforo había los mismos claros, bastantes, que con el “War Réquiem” de Britten. ¿Puede ser motivo la caída del cartel de la soprano chilena afincada en Las Palmas? ¿Puede serlo que para el público tiene poco atractivo volver a escuchar su orquesta local dentro del Festival? La cuestión no es baladí y bien merece un análisis.
Gallardo Domás fue sustituida por la rusa Elena Prokina, a todas luces una soprano sin el relieve suficiente para sobrellevar el peso artístico de una gala de este tipo. Posee una voz bonita de lírica pero su repertorio no es el exhibido en este concierto, con piezas preparadas para otra artista. Lo mejor de sí lo dio en la “Canción del sauce” del “Otello” verdiano, pero aún en ella quedó patente la distancia con otras versiones del aria. En estos casos se pide algo más que corrección, la que tampoco estuvo siempre presente, con bastantes pasajes calantes en “La Wally”, “Madama Butterfly” o “Tosca”. Son además páginas para echar el resto, no para atacarlas como quien no quiere romper un plato.
Miguel Ángel Gómez Martínez, que sustituía a Daniel Orén, ofreció toda una lección de cómo se dirige este repertorio, con fuerza desde la obertura de “Nabucco” hasta la de “Iris” de Mascagni, página de desenlace espectacular que arrancó el mayor entusiasmo del público con la que se debió haber cerrado la primera o la segunda parte del concierto. Mención especial para los intermedios de “Caballería rusticana” y “Manon Lescaut”, la obra que dirigirá en la Ópera de Viena este febrero con Dessi y Armiliato. Experto en estas lides, tuvo el acierto, nada baladí, de no bajarse del podio en toda la velada a fin de apoyar la siempre problemática continuidad de esta clase de programas. La verdad: Gómez Martínez salvó la velada. Sonó muy bien, tan bien como el día anterior la de Tenerife, la Orquesta de Gran Canaria y cumplió el coro. Gonzalo Alonso
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