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Por Publicado el: 25/09/2015Categorías: Crítica

Goya, Beethoven y los Halffter en Madrid

GOYA, BEETHOVEN Y LOS HALFFTER

Cristóbal Halffter: “Imágenes”. Richard Wagner: “Tannhäuser sinfónico” (síntesis de Pedro Halffter). Orquesta Sinfónica de Madrid. Director: Pedro Halffter. Auditorio Nacional, Madrid. 23 de septiembre de 2015.

Halffter-Pedro

Lo importante de la sesión era, en esta primera salida de la temporada de la Sinfónica fuera del Real, el estreno de Cristóbal Halffter. Música prevista para una obra escénica nonata con un tema de fondo: el paralelismo entre Goya y Beethoven. Frustrado el intento, entre otras cosas por la dificultad de encontrar un libretista, como nos explica García del Busto, el autor decidió realizar una síntesis sinfónica, que es lo que se nos ha ofrecido, con lisonjero éxito, bajo la dirección de su hijo.

La partitura consta de dos movimientos. En el primero, “Scherzo”, se conecta el cuadro de Goya “La pradera de San Isidro” con el “Cuarteto nº 1” de Beethoven. Sobre la cita escueta de esta obra se edifican los pentagramas, que poseen el sello innegable del autor: lenguaje oscuro, con empleo de la microtonalidad, largas peroraciones, frases tensas, texturas complicadas y prietas, divisis, poderosas disonancias, agitación permanente. El tema base es totalmente englutido y transformado. Como lo es en el segundo tiempo, “Adagio”, el proveniente del “Cuarteto nª 14 op. 131. Halffter ha tenido in mente en ese segundo movimiento “La romería de San Isidro” de Goya. El talante global de la composición es dramático. Magnífico instante aquel en el que la música se atempera, se transforma, se aquieta y se abre a una larga frase de los chelos, que adquiere un aire cuasi religioso. Al final hay un nuevo toque expresionista y luego un murmullo cerrado por campanas fúnebres.

Ha sido hábil Pedro Halffter para plasmar en una suite sinfónica algunos de los más importantes pasajes de la ópera “Tannhäuser”. Labor de cortar, pegar, escribir las oportunas transiciones sin cambiar realmente la armonía ni los temas básicos. Los distintos instrumentos cumplen el papel de las voces. Interpretación rutilante, aunque quizá no demasiado matizada en las dinámicas y en los colores. La Sinfónica de mostró flexible y ofreció buena respuesta, aunque con una sonoridad poco refinada.  Arturo Reverter

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