El Gran Teatre del Liceu alza la voz por la cultura

El Teatre comparte por streaming los ensayos de La Traviata, título con el que vuelve a abrir sus puertas, y el recital nocturno de Francesco Tristano como símbolo de apoyo al sector

Gran Teatre del Liceu

Las medidas de la desescalada anunciadas por parte del Govern de la Generalitat el pasado 19 de noviembre autorizan la apertura del Teatre del Liceu con un aforo máximo de 500 personas. El 5 de diciembre, el Liceu tiene programado el estreno de La Traviata de Verdi con un máximo del 50% de aforo y un total de 15.000 entradas vendidas repartidas en 15 funciones. La nueva normativa obstaculiza la realización de este espectáculo, ya que la mitad de los espectadores no podrán disfrutarlo.

Por este motivo, el Liceu continuará con los ensayos de La Traviata con la motivación de llamar la atención sobre la necesidad de eliminar el límite de 500 personas y alinearse con la normal general del 50% de aforo, de la misma manera y con todas las precauciones con las que abrió sus puertas en septiembre. Hoy podrán verse por streaming los dos ensayos de La Traviata y se lanza el siguiente mensaje: “El Liceu quiere alzar la voz por la cultura”. El ensayo de la tarde, a las 15,30h, recibirá a 500 personas de forma simbólica, aforo permitido en el Liceu (un 21.8% del total del teatro).

Concluidos los ensayos, el Liceu seguirá con una actividad excepcional en la sala principal, una acción de reflexión que interpela conciencias: la interpretación de la pieza Vexations de Erik Satie desde las 20h de la tarde hasta las 8h de la mañana. El intérprete será el pianista Francesco Tristano, nacido en Luxemburgo y residente en Barcelona, un artista que siempre se ha mostrado sensible y abierto a nuevas experiencias.

Durante el año 1893 Satie estuvo enamorado de la pintora impresionista Suzanne Valadon. Cuando ella se marchó con un rico banquero, el compositor tuvo que superar un auténtico duelo y sintiéndose humillado escribió la pieza Vexations: una breve balada de 152 notas y menos de un minuto de duración que hay que repetir hasta 840 veces. Esta repetición cíclica y obsesiva se convierte en una auténtica maratón para el intérprete y un esotérico e insólito Everest. Su ejecución acaba despertando sentimientos muy diversos entre el público: desde la melancolía hasta la angustia. De apariencia inofensiva, Vexations es una pieza ácida y reivindicativa, que incluye aspectos de denuncia. Una manera de mostrar el tormento y la turbación que siente el Liceu en estas horas de incertidumbre y una manera de contestar con Arte a la imposibilidad de abrir al público. Este tour de force quiere representar, también, el esfuerzo y la perseverancia del sector cultural para avanzar y no desfallecer en estos momentos extraordinarios. Un acto de reflexión para fortalecer las estructuras del sector cultural en momentos de crisis, para mantener al sector unido y velar por todos los teatros que a día de hoy permanecen cerrados.

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