Escuela Reina Sofía
Alfredo Kraus, maestro recordado
“Pequeña misa solemne” de Rossini. M.Espada, M.Pardo, F.Corujo, F.Santiago, K.Moretti, J.I.Gavilanes. Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana. J. Casas i Bayer, director. Escuela Reina Sofía. Madrid, 30 de junio.
Para unos no lo parece mientras que para otros ha pasado una eternidad. El caso es que hace diez años que Alfredo Kraus se nos fue y la Escuela Reina Sofía ha sido la primera en recordar a quien fuese su primer profesor de canto y titular de una cátedra que lleva su nombre, para que desde ahora también lo lleve una de sus aulas de enseñanza. Teresa Berganza y Tom Krause sucedieron en la cátedra, siempre apoyada por la Fundación Areces, a Alfredo Kraus.
Hace unos quince años que Jordi Casas dirigía la “Pequeña misa solemne” en Andorra cuando conoció a Kraus. Quién le iba a decir entonces que sería el encargado de concertar esta misma obra en un homenaje a los diez años de su fallecimiento. Junto a él, el Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, el pianista Kennedy Moretti y, al armonio, José Ignacio Gavilanes, además de los cantantes María Espada, Marina Pardo, Francisco Corujo y Francisco Santiago. La partitura pone al límite las posibilidades del Auditorio Sony, pero Casas lo tuvo en cuenta en una versión en la que sobresalieron el coro, por empaste y contrastes dinámicos, la soprano María Espada, perfecta vocalmente y en la intención en sus dos arias, y el tenor Francisco Corujo, hábil en su larga aria.
Rossini se atrevió a dedicar a Dios lo que llamaba su último pecado mortal: “Aquí está terminada esta pobre y pequeña Misa. ¿Es música sacra lo que he escrito o quizá una santa música? ¡Yo he nacido para la ópera bufa, como bien sabes! Un poco de sabiduría y un poco de corazón, eso es todo. Bendíceme por tanto y concédeme el Paraíso”. En él también estará Alfredo Kraus. Gonzalo Alonso