Francisco Llácer Pla

¡Feliz centenario, Don Paco!

DON PACO, 100 ANYS. Concierto homenaje a Francisco Llácer Pla con motivo del I centenario de su nacimiento. Intérpretes: Pablo García-Berlanga y Adolfo Bueso (piano), José Luis Ruiz del Puerto (guitarra), Orfeó Universitari de València (Francesc Valldecabres, director). Pro­gra­ma: Obras de Llácer Pla. Lugar: València, Teatre Micalet. Entra­da: Alre­de­dor de 240 perso­nas (lleno). Fe­cha: Martes, 2 octubre 2018.

Fue un acto emotivo y de palabras tan francas y sentidas como la música de Francisco Llácer Pla (València 1918-2002), “Don Paco”, a quien se rendía homenaje en su propia ciudad con motivo del primer centenario de su nacimiento. Familiares, amigos, discípulos, colegas y melómanos se congregaron el martes en el Teatre Micalet para compartir afectos y admiración por una de las figuras más decisivas y queridas de la música valenciana y española de su tiempo. “Bueno, de la música”, como certeramente matizó el pianista y amigo Fernando Puchol para subrayar el ámbito universal del homenajeado.

Fue, además, un concierto cuajado de emoción, en el que se escucharon palabras sentidas, entrañables pero nunca lacrimógenas, que avivaron detalles y anécdotas de su intensa personalidad. Además de Fernando Puchol, lo evocaron con calor, cariño y lucidez Llorenç Barber, su discípulo Emilio Calandín y diversos familiares y amigos, como Pepa Botella, viuda del gran pintor alcoyano Ramon Castañer,  ambos íntimos “compañeros de vida” del compositor y de su esposa Carmen Peris, “sin la que Llácer Pla sencillamente no podría haber sido lo que fue”, como evocaron su hija Mari Carmen y Emilio Calandín. También se destacó cómo la pintura y en concreto la abstracta de Castañer supusieron nutriente punto de inspiración para el compositor.

Las palabras fueron marco, interludios y colofón de un concierto cálido en el que se disfrutaron obras para piano de Llácer Pla bien defendidas por Pablo García-Berlanga y Adolfo Bueso, quien tras recrear con su acostumbrada solvencia la única sonata para piano de Llácer Pla -compuesta en 1955 y estrenada un año después por Fernando Puchol- tuvo el detalle de volverse hacia el fondo del escenario para sumar su propio aplauso al del público que abarrotó el Micalet y focalizarlo hacia una gran imagen del compositor proyectada sobre un telón. La sonata es una obra de indudable enjundia pianística, que en  su sofisticada llaneza parece anunciar la Sonatine pour Yvette, de Montsalvatge, estrenada siete años después.

Tras este importante y sobresaliente preámbulo pianístico, el Orfeó Universitari de València cantó admirablemente dirigido por Francesc Valldecabres Primavera a hivern, breve pieza para coro mixto fechada en 1956 sobre textos de Luis Laporta. Las notas finales de la gran noche llaceriana fueron asumidas por la guitarra de otro artista estrechamente vinculado al homenajeado y a su selecta obra: el siempre activo José Luis Ruiz del Puerto, quien hizo sonar Pòrtic a Ramos de Pareja, compuesta en 1993 y catalogada como opus 61. Es una de las últimas creaciones del maestro, y en ella late con vigor su irrenunciable y desnudo lenguaje, tan vanguardista como personalizado y único. ¡Feliz centenario, Don Paco! Su música, como toda música verdaderamente grande, se siente tan fresca y nueva como cuando nació. Justo Romero.

Publicado en Levante el 4 de octubre.