Opus 1

(En el nacimiento del I Festival de Llíria)

Presentación del I Festival de Llíria

¿Hay algo más natural y razonable que Llíria, la ciudad de la música, tenga su propio festival? El que nace ahora, con la participación e impulso de Beckmesser.com como “Colaborador principal”, es la cristalización de una pasión y de una manera de vivir y de sentir. El reflejo de una sociedad -la edetana- que vive y disfruta el hecho musical con naturalidad milenaria. La menudencia de presupuesto y de medios en absoluto se refleja en una programación exigente en contenidos e intérpretes, que ha sido posible gracias a la colaboración, amiga y generosa, de todos. La respuesta de la sociedad edetana y sus gentes, sumada a la sensibilidad filántropa de los responsables culturales de las instituciones que participan -Generalitat, Diputació de Alacant y Ajuntament de València-, han hecho posible que este I Festival de Llíria nazca marcado por la excelencia y guiado por la ilusión de instaurar en la ciudad de los músicos una cita anual que sea encuentro y cruce de músicos y melómanos, de público y artistas.

Un Festival, una fiesta. ¡Llíria! Ocho citas cuya fisonomía y naturaleza se han desarrollado casi por sí mismas. Como un destino. A la ilusión de una orquesta por participar en esta nueva “fiesta” de la música, se sumó la de otra y otra. Así hasta la maravilla de que las cuatro grandes formaciones sinfónicas de la Comunitat Valenciana hayan confluido en su interés de “estar”. Es así, que por primera vez actúan juntas en una misma cita. Cuatro días, cuatro orquestas. Y las mejores. También las más generosas: vienen por amor al arte, por amor a la música y reconocimiento a Llíria y a la iniciativa de su Ajuntament de fundar este Festival que brota con el decidido empeño de quedarse, de consolidarse como referencia anual y colofón de la temporada musical. Local y comunitaria.

El Festival de Llíria irrumpe inmerso en su precioso tiempo histórico y propicio entorno geográfico. Con decidida modestia pero rotunda ambición de ser baluarte de excelencia y escaparate de vanguardias. La música contemporánea, la de nuestros días, claro, ostenta obligada y deseada presencia; como también la creación valenciana. En absoluto es casual que la primera obra que suena en el Festival es precisamente la que inaugura el catálogo del compositor valenciano Francisco Coll, el creador español más universal del siglo XXI. Un opus 1, Aqua Cinerea, que es también el opus 1 de una cita plural y abierta que escucha pasado, presente y futuro.

No menos feliz es la doble presencia de la música del también valenciano Óscar Colomina, servida por la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana y Albiach. Por no hablar de la recuperación de la ignorada Sonata del Sur, para piano y orquesta, del alicantino Óscar Esplá, que será defendida por sus paisanos músicos de la ADDA Simfónica y Josep Vicent, con el protagonismo virtuoso y expresivo de Carlos Apellániz, uno de los grandes del piano español de nuestros días.

También se escuchará en el Festival la Rapsodia portuguesa de Ernesto Halffter, la otra gran obra del piano concertante español junto con la de Esplá y Noches en los jardines de España, de Falla. Será defendida -tampoco casualmente- por dos punteros artistas lusitanos: la pianista Marta Menezes y el maestro Nuno Coelho, una de las figuras emergentes más sólidas en el ámbito internacional de la dirección de orquesta. Tampoco podía faltar en la programación el edetano Álvaro Albiach, maestro de finos y aquilatados quilates, quien junto con otro ilustre paisano, el violinista Vicent Huerta, interpretará el Concierto para violín de Brahms.

Cita ineludible es el encuentro beethoveniano que clausura el Festival, con Javier Perianes, nombre propio del piano español y universal, que tocará y dirigirá desde el teclado dos conciertos para piano y orquesta de Beethoven. El Primero y el Tercero. Será una cita cargada de afecto y reconocimiento, al entregarse en ella la medalla del I Festival de Llíria a Alfonso Aijón, personaje legendario de la música española, fundador de Ibermúsica, dinamizador de la vida sinfónica española durante las últimas siete décadas y promotor de los grandes conciertos sinfónicos acontecidos en Llíria entre 1976 y 1982, durante los cuales actuaron algunas de las primeras formaciones y batutas internacional, como la Sinfónica de Londres con Celibidache, la Filarmónica de la URSS con Verbitski, Sinfónica de Utah con Abravanel, Filarmónica de Israel con Mehta, o Dmitri Kitayenko con la Filarmónica de Moscú y Vladímir Spivakov al violín.

En el I Festival de Llíria, que arranca de esa tradición y memoria, el mejor sinfonismo está representado por obras emblemáticas, como la Segunda sinfonía de Sibelius, El pájaro de fuego de Stravinski, o Romeo y Julieta de Prokófiev. Pero la cita festiva, abierta y diversa, abarca otros géneros y disciplinas. La música vocal y sinfónico coral cuenta con nutrida representación. Acontecimiento será la audición de la Misa en mi menor de Anton Bruckner en el marco único de la Església de La Sang. Si la iglesia y el párroco quieren, será, además, con liturgia, como la tradición y Dios mandan. Los intérpretes brucknerianos son el Orfeó de València y una formación de vientos integrada por selectos instrumentistas de Llíria. Todos bajo el concierto de Cristóbal Soler.

La música vocal está igualmente presente en los conciertos protagonizados por el Centre de Perfeccionament del Palau de les Arts de València, que recala con un programa integrado por conocidas páginas vocales de zarzuela, opereta y ópera; mientras que el Cor de la Generalitat, dirigido por su titular, Francesc Perales, se presenta con páginas corales centradas también en el repertorio lírico español e internacional. La mejor música de cámara llega en un programa de corte clásico que abraza las músicas coetáneas de Mozart y del valenciano Vicente Martín i Soler. Será interpretado por una formación –Maestros de viento de Llíria– configurada expresamente para la ocasión.

Un nutrido aluvión de conciertos que pretende ser una cita estimulante para los sentidos y el ánimo positivo que genera la buena música cuando es percibida y compartida en las mejores condiciones. Los espacios propicios e implicados de los teatros de La Unión y de La Primitiva, y el “marco incomparable” y único de la Iglesia de la Sangre aseguran un ambiente ideal para el deleite de la música y sus infinitas sensaciones y sugestiones. Se alza el telón. ¡Están invitados! Disfruten, sientan y compartan la nueva “fiesta” de la música que es este Opus 1 que florece con vocación de llegar, como Beethoven en sus sonatas, al opus 111. ¡Por lo menos!

Justo Romero

Director artístico del Festival de Llíria

Primer Festival de Lliria: extraordinario, ambicioso y sorprendente

Orquestra de la Comunitat Valenciana

Hablar de Llíria es hablar de música. Se sorprendía Pablo Sorozábal, cuando llegó a la localidad, de que hubiese dos bandas y de que todos sus habitantes o fuesen músicos o fuesen familiares de músicos. Y así es. La música en Llíria es como la brisa que recorre sus calles; parece el aire que respiran sus habitantes. En ese contexto se presentó el día 28 de junio este Primer Festival de Llíria bajo la dirección artística de Justo Romero, con un programa que despertaría las envidias de cualquier gran capital, tanto por la calidad interpretativa como por la singularidad de las obras seleccionadas.

Por primera vez se reunirán las cuatro orquestas valencianas. La primera será la Orquesta de Valencia el día 21 de julio bajo la dirección de Nuno Coelho. El joven y brillante director ofrecerá un concierto que incluye obras de Francisco Coll, Ernesto Halffter y Jean Sibelius. Destaca especialmente la inclusión de la Rapsodia Portuguesa de Halffter con Marta Menezes como intérprete. El día 22 será la Jove Orquesta de la Generalitat Valenciana bajo la dirección de Álvaro Albiach; el director es una de las batutas españolas más importantes de su generación y no podía faltar en su ciudad natal. Interpretarán obras de Colomina, Brahms y Stravinski y contarán con el violinista Vicent Huerta como solista. El sábado 23 de julio llegará el turno de ADDA Sinfónica con su titular y fundador Josep Vicent. La orquesta alicantina interpretará junto al pianista Carlos Apellániz una de las obras magnas de ese alicantino universal que es Óscar Esplà, a saber, la Sonata del Sur. El resto del programa incluirá obras de Shostakóvich y Prokófiev. Por último, será la Orquesta de la Comunitat Valenciana la que cierre el festival en un concierto que contará con Javier Perianes como solista y director interpretando los dos conciertos en do de Beethoven: primero y tercero.

Javier Perianes en el Teatro Principal de Valencia

Pero no solo hay música sinfónica en el festival, la música vocal será la otra gran protagonista. En ese sentido hay que subrayar dos conciertos corales: el primero de ellos el 22 de julio con el Cor de la Generalitat Valenciana y Francesc Perales como director en un programa dedicado a la ópera y zarzuela. La otra gran cita coral tendrá lugar el día 24 con el Orfeó Valencià y la agrupación de vientos Mestres de vent de Lliria interpretando al Misa nº2 en mi menor de Bruckner. Todo ello bajo la dirección de Cristóbal Soler. El concierto tendrá lugar en la extraordinaria Iglesia de la Sangre y supondrá la oportunidad de escuchar esta obra tan bella como poco interpretada. Por su parte, los cantantes del Centre de Perfeccionament del Palau de les Arts ofrecerán una gala lírica el día 23. Por último, la música de cámara tendrá su espacio en el concierto del día 24 con un programa con música de Mozart y Martín i Soler a cargo de la agrupación Mestres de ven de Lliria. En paralelo tendrá lugar el Primer Fórum Internacional de Dirección Musical cuyo director artístico es Cristóbal Soler.

En resumen, una extraordinaria apuesta de un pueblo que ama la música y apuesta por la calidad. El programa que se presenta huye de la popularidad fácil, combinando obras célebres y de repertorio, con piezas poco visitadas de grandes compositores junto con obras contemporáneas de autores como Francisco Coll y Óscar Colomina, a un precio simbólico de 3 euros por entrada. Un festival que está siendo posible gracias al esfuerzo y la dedicación de todo el ayuntamiento, pero también la generosidad de sus intérpretes y a la sabia dirección y el entusiasta liderazgo de Justo Romero.

César Rus