Ifigenia o el Idomeneo hispano
Centenario de Martín y Soler
Ifigenia o el Idomeneo hispano
“Ifigenia” de Martín y Soler. O.Pilarch, B.Haas, L.Aruhn-Solén, M.Pardo, J.Gauthier. Real Compañía de Ópera de Cámara. J.B.Otero, dirección musical. J.B.Otero e I.Olmo, puesta en escena. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 14 de junio.
Los centenarios de autores casi olvidados tienen de bueno que, alguna que otra vez, se recuperan partituras que nos ayudan a poseer una mayor perspectiva de la obra del compositor en cuestión. En este sentido no es “Ifigenia” una obra que señale a Martín y Soler como un gran maestro, pues viene a ser como una especie de “Idomeneo” a lo pobre. Apenas cinco personajes y sin coros, aunque la partitura contenga muchas notas que cantar, hasta posiblemente demasiadas. De hecho hay tesituras de rango extremado, como la de Aquiles del primer acto, que precisan de cantantes muy sólidos.
Son de agradecer todos los esfuerzos por dar a conocer óperas como la que comentamos hoy, pero no en un proyecto no solo hay que ocuparse del contenido musical sino también de su proyección pública. En este sentido resulta desalentador para todos que al final se genere una especie de desaliento al contemplar medio vacía la sala del Centro Cultural de la Villa el día del estreno. Poco público y menos de pago si descontamos familiares, amigos y críticos. Se recurrió a una versión semi-escenificada, con la orquesta sobre el escenario, puesto que no hay foso. En él, además, sólo unas velas y los solistas en ropajes de época con aditamentos que querían reflejar su carácter. La verdad es que la obra tampoco da escénicamente para más. A los solistas no se les podía pedir demasiado, mostraron buena voluntad, se aprendieron unos papeles dificilísimos que quizá no vuelvan a cantar nunca y resolvieron la faena con dignidad. Incluso la soprano que hacía de Arcade hubo de incorporarse a última hora y cantar arrodillada con la partitura en el suelo. La orquesta sonó correcta y eficaz. Gonzalo Alonso
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