Incompatibilidades
Para nota, señoras y señores. Ya verán que “se non é vero, e ben trovato”, aunque advertimos que nosotros nos limitamos a recoger comentarios de las últimas horas que circulan por el mundo musical.
Érase un festival de ópera en una provincia española que bien podría haber contado con una subvención de unos 300.000€ de una de las inmobiliarias oriunda de la región que recientemente presentó concurso de acreedores. El festival se podría haber encontrado de pronto sin ese patrocinio y a punto de naufragar. Más en auxilio de él podría haber acudido un ministro en respuesta a una llamada de un amigo, director artístico del festival y uno de los nombres que él mismo intentaría colocar en un importante teatro, ya sea como director artístico en sustitución del actual al vencimiento de su contrato, ya sea para entrar en uno de esos consejos asesores con los que Cultura disfraza sus muy discutibles artes a base de códigos de buenas prácticas. El ministro podría haber puesto los euros de la inmobiliaria perdidos. Y si ese Ministerio tiene agotado su presupuesto, ¿de dónde podría haber sacado los fondos? Pues podría habérselos quitado a un organismo de su Ministerio de aquellos con los que contaba para la programación propia en una sala de conciertos muy en el candelero, que vería muy menguado su presupuesto.
A estas alturas del año ya debería haber publicado el INAEM la relación de subvenciones nominativas a personas y entidades culturales. La causa del retraso podría haber sido la necesidad de tener que sacar de la relación a última hora uno de los nombres beneficiarios. Ese nombre podría haber sido el de un preclaro compositor español de ilustre apellido musical, que ya no vería los 40.000€ con los que le podrían haber intentado premiar. La razón de la retrocesión podría haber sido la constatación de que el compositor no tuviese residencia fiscal en España, lo que imposibilitaría la concesión de una subvención. Pero, si esto fuera así, ¿cómo habría sido posible que no se conocieran las circunstancias personales del compositor?
Otro compositor, menos preclaro y de apellido menos ilustre musical y fonético, podría ver en el aire su reciente cargo de director artístico en un polémico auditorio. Podría ser que el Ministerio de Administraciones Públicas le hubiese negado la compatibilidad en carta de fecha 29 de julio, ya que el personaje es catedrático en el Conservatorio de una importante ciudad y ambos cargos, en las administraciones públicas, podrían ser incompatibles a pesar de la excepción contemplada especialmente para los profesores de música. En este caso el INAEM se encontraría con otro nuevo y serio problema añadido a los ya conocidos, empezando por Promoconcert. Y de nuevo la pregunta, si esto fuese realmente así, ¿cómo no se conocían las circunstancias personales de este personaje? Y, ¿acaso el propio individuo también las desconocía? Desde luego no las desconocía cuando, meses después de ser nombrado para el Auditorio, decidió renunciar a las clases de Zaragoza. ¿Devolverá López López en su caso el dinero cobrado mientras simultaneaba ambos destinos?
Todo lo anterior ha sido recogido del estupendo foro de Alicante entre los asistentes a los que Marset dejó plantados. De Panisello y su subvención ya hablaremos otro día. Como para presentarse o como para organizar otro foro el año próximo. Vamos, por el forro. Porque, si todo lo anterior fuese realmente cierto, ¿no creen que más de uno tendría que irse a su casa? ¡Ojala que nada la fuese, por la propia salud de nuestro mundo musical!