Amigo Beckmesser:

Indignante e incalificable lo que pasó ayer en el Auditorio Nacional. Concierto del Cuarteto Meta4 en el Liceo de Cämara de la Fundación Caja Madrid. Sobre el escenario, montones de amplificadores a izquierda y derecha del escenario, ahí puestos no para su concierto, evidentemente, sino para uno de Manolo Sanlúcar, de la programación propia del Auditorio. La primera parte transcurre sin más sobresaltos que ver todos esos horribles cajones negros sobre el escenario. Al ir a comenzar la segunda parte, sin embargo, suena un muy audible ruido de acoplamiento. Los músicos empiezan a tocar sin aparentar percibirlo, pero después del primer movimiento el ruido es insoportable. La gente grita: ¡Que quiten ese ruido!. Alguien sale precipitadamente de la sala, quizás a solucionar el problema. Nadie da explicaciones y los músicos, tras muchos momentos de vacilación, deciden seguir tocando. El ruido es insoportable, como debió de quedar constancia en la transmisión en directo que hacía Radio Clásica y en la consiguiente grabación. El grupo toca muy bien el primer cuarteto de Brahms, pero la interpretación se ve arruinada por el dichoso ruido, con el que nadie de los que estábamos allí teníamos nada que ver. ¿Por qué no salió nadie del Auditorio a dar explicaciones? ¿Cómo puede permitirse que pase esto en el Auditorio Nacional de España? ¿Por qué tienen que pagar justos por pecadores? ¿Cómo pudo permitirse dejar semejante equipo de amplificación sobre el escenario durante un concierto de música clásica que no la necesitaba, pero que finalmente arruinó por completo? Jamás he visto nada parecido desde que se inauguró el Auditorio Nacional hace más de veinte años. Deben exigirse responsabilidades.

Le agradecería mucho la difusión de esta carta.

F.G.
Madrid