INFORME. OBRAS EN EL AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA.

Debido al tiempo transcurrido desde la inauguración del edificio, casi 20 años, existía un desfase respecto a los medios con los que contaba y los actualmente existentes en el ámbito de la prevención y extinción de incendios, para los que el avance tecnológico ha proporcionado soluciones novedosas e imaginativas, que sin duda constituyen una alternativa válida para la adecuación del ANM a la normativa vigente.

Por otro lado, y de acuerdo con lo establecido en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, el INAEM ha llevado a cabo la “Evaluación de Riesgos Laborales” del ANM, de la que se deriva también la necesidad de acometer determinadas reformas, que debían incluirse en el mismo proyecto, dando así una solución unitaria a todas las mejoras que necesitaba el edificio.

En julio del año 2005 se inician los primeros estudios para la adecuación de ANM a la normativa de incendios y de prevención de riesgos laborales.

En julio de 2006, mediante concurso público, se me encarga la redacción del proyecto de ejecución y del estudio de seguridad y salud de las obras de adecuación del Auditorio Nacional de Música a la normativa vigente en materia de protección contra incendios y de prevención de riesgos laborales.

La referencia normativa en el presente trabajo es el Código Técnico de la Edificación.

Dicha norma, en sus disposiciones transitorias primeras, como supuestos de no aplicación, por tanto de no preceptiva aplicación, señalan a aquellos edificios con licencia de obras concedidas en la fecha de entrada en vigor del Código Técnico, caso en el que se incluye al Auditorio. Es decir, a pesar de no ser obligatoria la aplicación del CTE, se ha tenido en cuenta esta normativa, con el fin de disponer de un auditorio en las mejores condiciones de seguridad para el público, los músicos y el personal propio.

Las obras, próximas a terminar en el plazo previsto, han dado respuesta a los objetivos establecidos inicialmente, dando, en cada caso, las soluciones más acordes a la realidad física existente y a su posibilidad de implantación en el edificio.

Dada, la antelación en el tiempo con que se ajustan los compromisos de programación del Auditorio Nacional, se dispuso, para realizar la ejecución de las obras necesarias para la adecuación, el segundo semestre del año 2007, período acordado para el cierre del Auditorio con las entidades oficiales y privadas implicadas en la gestión y el funcionamiento del mismo.

Condicionante básico en la redacción del proyecto fue que las soluciones adoptadas no alterasen la composición arquitectónica del edificio dado su carácter de edificio singular, y no modificasen, ni tan siquiera mínimamente, las condiciones acústicas de las salas.

Las obras ejecutadas mejoran los medios disponibles para incrementar la seguridad de desalojo de los ocupantes en caso de incendio, la limitación de la extensión del mismo por el interior y se permita la actuación de los equipos de extinción y rescate.

Edificio cuya seguridad en caso de incendio ha sido contrastada positivamente por el uso continuado durante 19 años.

El edificio estaba dotado de una amplia gama de instalaciones de protección contra incendios:
• Hidrantes exteriores al edificio en dos fachadas opuestas.
• Central de incendios.
• Red de Bocas de Incendio Equipadas que cubren toda la superficie interna.
• Red de detectores de humos.
• Sistema de extinción automática en diversos recintos de riesgo especial.
• Sistema cerrado de televisión conectado a central de seguridad propia.
• Red de extintores portátiles.
• Red de Pulsadores de alarma.
• Campanas de alarma.
• Sectorización del edificio.
• Completa señalización de los medios manuales de extinción.
• Señalización de caminos de evacuación.
• Compuertas cortafuegos coincidentes con los sectores de incendio.
• Señalización e iluminación de emergencia.
• Conexión al cuerpo de bomberos.
• Seguridad 24 horas, 365 días. Rondas.

Previamente al comienzo de las obras, en el mes de julio, en colaboración con la adjudicataria de las obras OHL, se adelantaron, durante los meses de mayo y junio, la toma de decisiones en cuanto a la selección de materiales y equipos, que en muchos casos han sido fabricados a medida, por no existir en el mercado, lo que ha permitido cumplir con todos los plazos y absorber los retrasos que se producen habitualmente, cuando se actúa en un edificio construido y en uso.

Se han realizado las siguientes obras e instalaciones:

Se ha diseñado y construido una instalación de control del calor y los humos que permiten considerar los vestíbulos generales como espacio de riesgo nulo.

Se ha sustituido, en superficie suficiente, la carpintería de las fachadas, actualmente fija, por una nueva carpintería oscilante motorizada, a modo de exutorios, que permitan el control automático y manual de calor y humos, mediante su expulsión al exterior y la aportación de aire, también del exterior.

Con los mismos propósitos se ha dispuesto un sistema similar de aireación en los lucernarios de las escaleras principales, mediante la implantación de aireadores.

Asimismo, se ha instalado un sistema automático de recogida de cortinas en todas las ventanas que se han transformado en exutorios.

Como solución alternativa a una sectorización convencional, y con el fin de no alterar la disposición espacial y estética de los vestíbulos, se han dispuesto barreras sectorizadoras, enrollables, automatizadas, y empotradas en el techo, para el confinamiento del calor y los humos y su evacuación mediante los exutorios descritos anteriormente.

Se han cambiado las puertas cortafuegos primitivas por otras con homologación EI, con arreglo al CTE con sistema automático de retención y cierre.

Se han colocado compuertas cortafuegos automáticas en los conductos de impulsión de la climatización en coincidencia con los elementos sectorizadores, que delimitan las diferentes zonas del edificio.

Se han modificado los antepechos y las barandillas existentes en las salas, vestíbulos y escaleras, en cumplimiento de la estricta normativa de prevención de riesgos de caídas, de modo tal, como puede comprobarse, que no menoscaban la visión de los escenarios, las condiciones acústicas y la estética del edificio, mejorando sustancialmente las condiciones de seguridad.

Por otra parte, se ha adecuado la iluminación de los pasillos de circulación de las zonas de músicos, técnicos y personal de gestión del auditorio y de las unidades musicales en él residentes.

Con el fin de facilitar las continuas labores de mantenimiento del edificio y así asegurar un continuado uso del mismo, se han transformado o sustituido grandes zonas de techos fijos que hacían inaccesibles numerosas instalaciones.

En estos momentos, además de los consabidos remates, se han iniciado los correspondientes protocolos de puesta en marcha, pruebas y adiestramiento del personal en el uso de las diversas y complejas instalaciones que se han implantado.

Como resumen numérico de la obra se puede apuntar que:

• Se han sustituido puertas compartimentadoras primitivas por puertas EI homologadas. 181 puertas.
• Se ha sectorizado la escalera que comunica las zonas de instalaciones, técnicos, músicos y personal de gestión.
• Se han sectorizado con compuertas cortafuego los pasos de las instalaciones de impulsión de climatización en coincidencia con los sectores de incendio. 95 compuertas.
• Se ha instalado una nueva una central de incendios analógica.
• Se ha modernizado la red de detección automática de humos. 74 detectores, sirenas, pulsadores. 20.000 m de cable.
• Se han protegido las instalaciones sensibles con grupos de extinción propios. 12 grupos.
• Se ha dotado de instalaciones de control del calor y de los humos en caso de incendios en vestíbulos y caminos de evacuación. 84 exutorios, 6 barreras confinadoras.
• Se ha dotado de una mejor iluminación las zonas de circulación. 99 luminarias.
• Se han completado y mejorado los elementos de protección anticaídas de vestíbulos, escaleras y salas. 516 m de barandillas y pasamanos.
• Se han sustituido falsos techos fijos por falsos techos desmontables o aligerados, 1.714 m2.
• Se ha procedido a la sustitución de aislamiento en falsos techos, 2.300 m2)

Madrid, noviembre de 2007

Carlos Rodríguez García, Arquitecto