INSÓLITO ALBÉNIZ
INSÓLITO ALBÉNIZ
FESTIVAL DE CANARIAS
Albéniz: “Henry Clifford””. John Mac Master, Ana María Sánchez, David Wilson-Johnson, Larissa Diadlova, María Rey-Joly, Augusto Brito, Juan Antonio Sanabria, Radolsav Wielgus. Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana, Coro de OFGC, Coro Infantil de la OFGC. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Director: José de Eusebio. Auditorio de Santa Cruz de Tenerife, 26-1-2009.
A la recuperación de la figura de Albéniz, más allá de la “Iberia”, ha contribuido poderosamente, entre otras cosas, la labor de José de Eusebio, que está resucitando la obra lírica. Es un buen ejemplo “Henry Clifford” estrenada ahora en época moderna tras su presentación barcelonesa de 1895. La ópera, grabada ya por Decca en 2002, es fascinante por la acumulación de ideas melódicas, por lo insólito de algunas soluciones instrumentales y por el tratamiento vocal. El músico andaba todavía tanteando formas y contenidos.
Encontramos, bien ensambladas, visibles influencias wagnerianas, rasgos de la Schola Cantorum parisina, ancestrales atmósferas a lo Weber, “concertati” al estilo verdiano y muy escasos aromas hispánicos. Algo facilones ciertos efectos descriptivos y alusiones al mundo mágico mendelssohniano. Innecesariamente alargado el final del tercer acto. De Eusebio, que consiguió excelente empaste de los eficientes conjuntos, gobernó con mano firme, con sentido narrativo y acertada planificación, aunque con escaso cuidado en las dinámicas, lo que redundó en perjuicio de las voces.
El tenor canadiense Mac Master, de timbre opaco y emisión engolada, hizo lo que pudo en una parte inclemente, aunque no le faltó valentía. Sánchez cantó con su proverbial musicalidad, quizá demasiado fuerte, y mostró algunas destemplanzas arriba; lo mismo que Rey-Joly, con ciertos problemas de afinación, pero con una saludable penetración tímbrica. Diadkova está en declive y su voz, de fuertes resonancias eslavas, acusa no deseables cambios de color. Cumplieron los demás. Después de esto uno se queda a la espera de que este año podamos ver en escena algunas de las óperas de Albéniz. Parecería lógico en una efemérides tan señalada. La espera será, seguramente, vana.
Arturo Reverter
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