La investigación por corrupción a la Ópera de Turín se extiende a la Arena de Verona y La Scala
La investigación por corrupción a la Ópera de Turín se extiende a la Arena de Verona y La Scala
El oligopolio de las agencias de representación artística se sitúa en el primer plano de la investigación sobre abuso de poder y corrupción en los teatros italianos
Desde finales de mayo, policías de la Unidad de Policía Económica y Financiera de Turín están llevando a cabo una investigación sobre la gestión de la Fundación Lírica del Teatro Regio de Turín que apunta a presuntos casos de corrupción y abuso de poder por parte de William Graziosi, antiguo gerente del teatro, la concesión de licitaciones irregulares, contratos manipulados y la resolución amañada de concursos públicos.
Esta investigación puso también en el punto de mira a la agencia suiza de representación de artistas Ariosi Management, gestionada por Alessandro Ariosi, que aumentó considerablemente su influencia en este teatro; a un antiguo miembro del coro, Roberto Guenno, que fue traspasado al departamento de innovación y desarrollo de una manera aún por esclarecerse; y a Andrea Paolo Maurini, jefe de una empresa de marketing a la que se adjudicaron estudios de mercado y sondeos de opinión tras haberse manipulado la licitación para favorecer a esta empresa respecto a otros candidatos.
En concreto, la creciente presencia de los artistas de la agencia Ariosi Management – que gestiona los contratos de grandes nombres de la lírica como Leo Nucci, Ambrogio Maestro, Davide Livermore, Ferzan Ozpetek, Sonya Yoncheva o Plácido Domingo -, pone en relieve los rumores que han circulado en los últimos años sobre esta agencia, que recriminaban que la compañía ha llegado casi a triplicar sus ingresos en un solo año: de 200.000 € a 700.000 €.
Como apuntan los diarios italianos, los documentos que estudian las fiscales Enrica Gabetta y Elisa Buffa, señalan un aumento de contratos con artistas de la agencia Ariosi en la Arena de Verona desde 2018, un aumento “dramático en comparación con temporadas anteriores”: son casi 100 los artistas, entre cantantes y directores, firmados con la aprobación de la dirección de la Arena. En el programa de la RAI “La Barcaccia” se ha asegurado que de 300 artistas contratados desde 2018, más de 100 pertenecían a dicha agencia. Lo mismo ocurre con La Scala.
El procedimiento es siempre el mismo: los grandes nombres, con especial énfasis en el de Plácido Domingo, obligan a la dirección de los teatros a negociar con los agentes, que a cambio solicitan la contratación de otros artistas de su agencia. Un joven cantante italiano, que prefirió mantener el anonimato, ha declarado que se ha visto forzado a emigrar a Bélgica. “Es terrible y abrumador ver cómo el mundo de la lírica está gestionado por personas que no tienen nada que ver con la música. Este sistema está consolidado y se ha reivindicado su investigación hace mucho tiempo”, afirma en referencia a Alessandro Ariosi, “el hombre más poderoso de la ópera”.
Alessandro Gennari, consejero del Movimiento 5 Stelle, ha pedido respuesta a la cuestionable gestión de la Arena de Verona, cuya dirección se ha retractado a la hora de describir el proceso de contratación de artistas: “Hace solo unos días, la directora, Cecilia Gasdia, declaró que no tenía una relación directa con las agencias y se contacta a los artistas directamente, pero hoy dice que la Fundación envía la futura programación a las agencias con mucha anticipación para que cada artista tenga la oportunidad de ser propuesto. Ante esta confusión, es necesario exigir respuestas”, concluye.
La investigación no descarta que este mecanismo pueda repetirse en otros teatros. Directores artísticos han declarado que es así porque tiene los mejores artistas. La justicia decidirá.
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