Christie: Jardines y placeres nocturnos
Jardines y placeres nocturnos
Obras de Purcell, Haendel, Locke, Gibbons, Tomkins, Arne, Ward y Dowland. Solistas vocales. Les Arts Florissants. Director: William Christie. Directora de escena: Sophie Daneman. Auditorio Nacional, Sala Sinfónica, Madrid, 19 de noviembre de 2017. Universo Barroco del CNDM.
William Christe celebra por octava temporada consecutiva su “Jardin des Voix”, que supone la intervención de un selecto grupo de jóvenes cantantes, en esta ocasión con un concierto titulado “Jardín a la inglesa”, que reúne músicas vocales de los siglos XVII y XVIII, Purcell a la cabeza. El autor de Dido y Eneas fue quien completó lo que John Merbecke había comenzado cien años antes respecto a intentar expresar los valores silábicos del idioma en un casi mensurable canto llano, que quedaría cristalizado en sus “anthems”, odas, canciones, “pasticcios” y obras escénicas diversas.
La variedad de formas, de acentos, de estructuras, la continua alternancia de estilos nos ha venido ilustrada perfectamente en esta gozosa sesión, en la que han brillado los timbres fastuosos del conjunto orquestal y la suave, musical, expresiva dirección de Christie a lo largo de un largo y muy bien ensayado programa que ha tenido graciosa y animada plasmación semiescénica. No tenemos espacio sino para mencionar algo de lo más relevante.
Por ejemplo, y después de la apertura con una pieza instrumental de Locke y una extensa escena callejera de Gibbons (“Los gritos de Londres”), los seis solistas han mostrado su conjunción y claridad contrapuntística en la animada “Oh, Placer de las llanuras” de “Acis y Galatea” de Haendel. Del músico anglosajón se han escuchado asimismo “Los agudos violines proclaman” de la “Oda a Santa Cecilia”, con dos violines “obbligato” y tenor, o el maravilloso dúo soprano y tenor “Cómo el alba sigilosa a la noche vence” de “L’Allegro, el Pensieroso ed il Moderato”, con oboes solistas. Y, dentro de la misma estela nocturna, “Ahora que el día ahuyenta a la noche” de The Fairy Queen de Purcell, “alla breve”, danzable, o, del mismo autor, “Haced sonar el violín, tañed el laúd”, canción para la Reina Mary, son mezzo y solos de flauta dulce, chelo y laúd, y las divertidas parodias relativas al vino de “La historia de Diocleciano”.
Los seis solistas dieron pruebas de su conjunción en distintas composiciones “a cappella”, cantadas sin la guía de Christie, como en “Bella isla” del propio Purcell. Ellos fueron: Natasha Schnurr, soprano ligera, de cristalinos acentos; Natalie Pérez, soprano lírico-ligera, de armoniosa musicalidad; Eva Zaïcik, mezzo lírica de tersa emisión; James Way, tenor lírico-ligero un tanto gangoso pero diestro y afinado; Josep-Ramon Olivé, barítono lírico de atractivo colorido, dispuesto y ágil, y Padraic Rowan, bajo lírico de excelente proyección y cierta opacidad tímbrica. Arturo Reverter
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