Javier Darias, los 60 felices años del más internacional compositor valenciano vivo
Javier Darias, los 60 felices años del más
internacional compositor valenciano vivo
JUSTO ROMERO
Javier Darias (Alcoy, 1946) cumple hoy viernes 60 años. Homenajes, conciertos, artículos y conferencias en diversos países conmemoran la efemérides de quien es el compositor vivo más internacional de la Comunidad Valencia. Músico versátil, docto, amable, rompedor, sabio, rabiosamente dinámico y en perpetuo proceso de renovación… Son éstas señas de identidad que se tornan insuficientes para dibujar la compleja y rica personalidad artística y humana de un creador único que escapa y desborda estereotipos.
Desde sus primeras obras, allá por los años setenta (cuando compone piezas como Inan, para guitarra; Dansa de Xacarers, para piano a cuatro manos; Ñacahuasu, para cinta magnetofónica, o El transportador bien temperado, para conjunto instrumental), Darias da muestras evidentes de su poderosa personalidad creativa, que tiñe con las enseñanzas de su maestro Juan Hidalgo y con la influencia de su muy admirado John Cage.
El resultado son pentagramas, sonoridades y silencios reveladores de una manera de hacer, de imaginar música, que tiene mucho que ver, también, con la sólida formación científica y cuántica de este compositor que además –muchos no lo saben- se hizo ingeniero químico. Darias, inventor de músicas y sonidos, creó en 1975 su singular “Sistema escalístico de variantes de base”, y en 1976 patentó una guitarra cuyo diseño basó en su particular teoría de la “Vibración por influencia”.
Desde hace años la música sin dogma y exenta de límites de Darias se escucha, aprecia y graba en innumerables países. Interpretada por orquestas, instrumentistas y directores de orquesta de incuestionable rango. Su discografía es generosa y selecta, con obras llevadas al disco por orquestas como la Royal Philharmonic de Londres o las sinfónicas de Galicia y Tenerife, entre otras.
Pero Javier Darias no es sólo el compositor más internacional y prestigioso de la Comunidad Valenciana. Es, sobre todo, y como ha escrito Tomás Marco, “una de las figuras imprescindibles para comprender cabalmente el importante movimiento musical desarrollado en España durante el último medio siglo”. Es un hombre cabal y fundamental, como demuestra en sus innumerables actividades, como profesor invitado, como jurado de infinidad de premios y concursos, como tribunal de agudo, perspicaz e insobornable oído en audiciones de selección de profesores para las mejores orquestas (también para la del Palau de les Arts “Reina Sofía”, que se forma en la actualidad)… También como conferenciante, escritor y teórico de una realidad que él observa y describe con inusitada lucidez.
Su talante innovador y atrevido rompió los esquemas de la España de los años setenta. Darias, por aquellos tiempos hoy ya remotos, lucía y provocaba con sus collares, pendientes y ropa que parecía mercadeada en un puestecillo de hippies de la Isla de Wright. Hoy sigue igual. La misma coleta y los mismos anillos y colgantes. Bueno, con la barba un poco más blanca y acaso algo menos de cabello sobre la cabeza.
Muchas cosas han cambiado en este artista integral e inconformista, maestro de maestros y en perpetuo proceso de evolución. Sin embargo, el aspecto de este flamante sexagenario ha cambiado tan poco como su fuerza creativa, su personalidad fulgurante, que permanecen incandescentes. Su compromiso profundo con la modernidad se mantiene tan irrenunciable como siempre.
También su asombrosa capacidad de trabajo; ése hacer riguroso y artesano, con lápiz, regla y goma de borrar. Pero su hálito artesano se torna socrático cuando el compositor se hace maestro, en un magisterio ejemplar cristalizado en el “Colectivo de Compositores” que él mismo fundó en Alcoy, “una escuela de composición avanzada, comprometida, solidaria y profundamente humana; un ejemplo de cooperación en un mundo en principio tan doblemente cainita como es el de la música y el de la sociedad ibérica”, al decir de Tomás Marco.
Su alumnos son innumerables y mantienen con él una relación absoluta que desborda cualquier estereotipo. Casi todos ellos estarán en el homenaje central que este fin de semana se tributa en su ciudad natal a este “maestro multidisciplinar” y único. Allí, en Alcoy, entre amigos, discípulos y colegas llegados expresamente desde variados puntos de España y Europa para compartir la efemérides, Javier Darias sentirá el orgullo, la íntima satisfacción, la felicidad de haber destruido el “mundo cainita” del que habla Tomás Marco.
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