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Por Publicado el: 09/12/2013Categorías: En la prensa

JOSÉ MANUEL ZAPATA: ‘A mis amigos’ (Las Noches del Real, jueves 12/12/13, 20:30h)

PRESENTACIÓN

A mis amigos les adeudo la ternura
y las palabras de aliento y el abrazo;
el compartir con todos ellos la factura
que nos presenta la vida, paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia
de tolerarme las espinas más agudas;
los arrebatos de humor, la negligencia,
las vanidades, los temores y las dudas.
Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad,
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad,
porque ese barco de papel
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:un corazón.
A mis amigos les adeudo algún enfado
que perturbara sin querer nuestra armonía;
sabemos todos que no puede ser pecado
el discutir, alguna vez, por tonterías.
A mis amigos legaré cuando me muera
mi devoción en un acorde de guitarra
y entre los versos olvidados de un poema,
mi pobre alma incorregible de cigarra.
Un barco frágil de papel
parece a veces la amistad,
pero jamás puede con él
la más violenta tempestad,
porque ese barco de papel
tiene aferrado a su timón
por capitán y timonel:un corazón.
Amigo mío si esta copla como el viento,
adonde quieras escucharla te reclama,
serás plural, porque lo exige el sentimiento
cuando se lleva a los amigos en el alma.

Como muchos habrán reconocido, es la letra de la canción A mis amigos, del inmenso compositor argentino Alberto Cortez. A esa canción se debe el título de este tan especial concierto. La disfruto desde hace ya muchos años, y siempre que la escucho pienso que si yo tuviese el talento desbordante de Cortez, describiría la amistad exactamente con las mismas palabras. Así lo siento. Pero como obviamente carezco del don de la escritura, cuando me propusieron esta velada quise rendir mi pequeño homenaje a ese sentimiento tan humano, tan sincero, y en el que tanto me apoyo, nos apoyamos todos día a día: la amistad. Y a mis amigos será a los que esta noche podrán escuchar, con los que tendrán el placer de emocionarse y de sonreír durante la hora y media que dura este concierto. Artistas excepcionales a los que escucho con admiración desde hace muchos años y a los que, gracias quizá a mi tozudez, fui convenciendo para que se subiesen conmigo a cantar durante estos últimos diez años, y con los que me unen ya muchas cosas aparte de la música. Su trayectoria profesional los describe más que de sobra, pero si yo como amigo tuviese que definirlos con una sola palabra, me atrevería a decir que José Mercé es la tradición; Pasión Vega, la emoción; Rocío Márquez, la belleza; Cecilia Gómez, la elegancia; Emilio Aragón, la música; Roko, la perfección. Y a todos ellos les une, además, una inmensa generosidad. Si he de definirme yo… mi biografía artística está en estas páginas. Escucharán esta noche un programa muy ecléctico, lleno de grandes canciones que en su mayor parte conocerán y que he elegido por lo que han significado en mi vida, pero sobre todo y fundamentalmente por tratarse de buena música. Espero que mientras la música vibre esta noche en el escenario del Teatro Real, disfruten, se emocionen y mis amigos y yo logremos abstraerles de la a menudo agria realidad. Somos artistas y ese es nuestro mayor regalo. Gracias por venir al Teatro Real.

José Manuel Zapata

ENTREVISTA A JOSÉ MANUEL ZAPATA

La humanidad de sus personajes, la vis cómica, la alegría vital y su buen hacer como cantante le han abierto un espacio cada día mayor en el mundo de la música en su sentido más amplio, ya que es un artista que no concibe fronteras. Eso hará de su velada en Las noches del Real un encuentro sin duda sorprendente con el público, que podrá viajar junto con sus amigos por los diversos planetas de la música.

[Revista del Real] ¿Cómo surge la idea de dedicar una velada musical a sus amigos?

[José Manuel Zapata] Cuando el teatro me ofreció la oportunidad de “crear” una de las “noches del Real”, tras el estupor inicial por tan emocionante noticia, comencé a pensar en qué hacer. En cómo crear un espectáculo que esté a la altura de esta casa que tanto quiero. Y casi de manera inmediata, pensé en toda la gente que he conocido en estos años de carrera y que, de una forma u otra, me han ayudado a que un día el Teatro Real me ofreciese una oportunidad así. Muchas de esas personas se han convertido en grandes amigos a los que quiero homenajear esa noche. A ellos y a la amistad como uno de los baluartes más importantes de mi vida.

[RR] ¿Tiene la noche un hilo conductor, además de que sean sus amigos?

[JMZ] La música. La que ha ido marcando mi vida y que me ha acompañado siempre en tantos viajes y momentos de soledad. Tango, jazz, copla, flamenco… Algunas de esas canciones me han unido a los artistas invitados, y con ellos me atrevo a interpretarlas.

[RR] ¿Estilos, voces, personalidades de lo más diversas van a participar en esta Noche: es una muestra de que la buena música no lleva etiquetas ni tiene fronteras?

[JMZ] Sólo existen dos tipos de música: la buena y la mala. Es igual el idioma, el ritmo o la armonía. A todos los que estaremos esa noche sobre el escenario nos une y nos unió la buena música.

[RR] ¿Los amigos, aunque sean de muy distinta índole, se llevan bien entre sí, o es mejor disfrutarlos por separado?

[JMZ] De las dos formas. Por qué renunciar a ninguna de las dos? En ocasiones te sorprendes cuando unes, a veces sin querer, a personas que crees que por su procedencia o por su carácter no se entenderán, ¡y te sorprenden! La gente, por definición, es buena.

[RR]¿Y qué papel se reserva el siempre sorprendente José Manuel Zapata en esta velada?

[JMZ] ¡Tan sorprendente que a veces soy yo el sorprendido! Jajajaja… Me reservo el papel de gozar de una noche muy especial para mí, intentando ejercer de digno maestro de ceremonias. Mi vida, pero sobre todo mis experiencias, será lo que lo una todo.

[RR] ¿En qué papeles ha disfrutado más?

[JMZ] En los papeles rossinianos cómicos. Le debo tanto al cisne de Pésaro, y a su embajador en la Tierra, Alberto Zedda…

[RR]¿Cuáles le han resultado más difíciles?

[JMZ] Los de galán… ¡como que no me veo! Vocalmente, sin duda, los papeles belcantistas: Elvino, Ernesto, Idreno, Libenskopf…

[RR] ¿Le falta informalidad y humor al mundo de la ópera?

[JMZ] Le falta humor a la vida en general. Como un día me dijo mi maestra de canto, Ana Luisa Chova: “hay dos tipos de seres humanos. Los que tienen sentido del humor y los que no”. No puedo estar más de acuerdo.

Entrevista de Ruth Zauner

BIOGRAFÍA
José Manuel Zapata nos cuenta a José Manuel Zapata

Las biografías siempre están escritas en tercera persona, aunque en la mayoría de los casos es uno mismo quien las escribe. Esta mía va en primera persona. Nací en Granada el 31 de julio de 1973, hace un siglo ya, y llorando sin parar hasta en el bautizo, eso dice mi madre. Desde mi infancia la música ha sido mi gran compañera. Julio Iglesias y Los Panchos, que sonaban en un viejo tocadiscos de mis padres, son mis primeros recuerdos. También Rumba Tres, Iva Zanicchi, Carlos Gardel y otros muchos, que hicieron de mí el romántico empedernido que he sido durante muchos años. Mi relación con la música clásica llega muy tarde y por casualidad. A los 18 años y porque una amiga del instituto me dijo que a lo mejor me acogían en su coro. Fui a probar… y sonaba el “Aleluya” de Händel. Fue amor a “primera escucha”, me maravillaron aquellas voces y aquellas armonías que se entrelazaban hipnotizándome. Como buen testarudo, me empeñé en estudiar canto. Y convencí a mis padres, que hasta ese momento sólo me habían escuchado cantar por Perales. (¡Qué Shock!). Viajé a Madrid y conocí a Toñi Rosado, maestra que me preparó para entrar en la Escuela de Canto de Madrid; este periodo no lo quiero ni recordar.

A otra cosa. Volví a Granada derrotado, pero conocí enseguida a un gran colega que me llevó a la que considero mi maestra. Entré en el coro de Valencia, me instalé allí y, lo más importante, empecé a ser feliz con mi vida y con la música. Al poco tiempo comencé a cantar como solista y en 2002 conocí a la persona que cambiaría mi vida, Alberto Zedda, que me presentó a la segunda más importante, Gioachino Rossini. A partir de ese momento, se precipitó una carrera “rossiniana” internacional que me ha llevado a cumplir casi todos mis sueños profesionales. De cantar “bolos” en la Comunidad Valenciana pasé en 4 años escasos a debutar en el Metropolitan de New York. Por el camino, el Teatro Real, el Teatro del Liceu, la Deutsche Oper de Berlín, la Semperoper de Dresde, el Teatro Reggio Di Parma, el Teatro Massimo de Palermo, el Rossini Opera Festival, el Teatro de los Campos Elíseos y el Châtelet de París, el Theater an der Wien, y otros muchos teatros maravillosos. He tenido el honor de actuar con los mejores cantantes del mundo (Flórez, Garança, Antonacci, Fleming, Bronwlee, Podles, Blake, Di Donato), y con directores de orquesta extraordinarios (Zedda, López-Cobos, Spinosi, Rousset, Pons, Frizza, Allemandi, Scimone). Y entre todo esto, he grabado varias óperas y dos discos que son como hijos míos: Tango mano a mano y Operazza.

He escrito y codirigido: Óperame, Los Divinos, El hombre que se llamaba Amadé. Vamos, ¡un no parar! Durante estos últimos 12 años me he ido dejando pedacitos de alma en cada uno de estos teatros y con cada uno de esos compañeros. Espero seguir haciéndolo muchos años más. ¿El futuro? El Real, el Liceu, el Theater an der Wien, la Ópera alemana del Rhin… y A-tenor-a-dos, Barrockeros y muchas cosas más que aquí os iré contando.

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