Quincena Musical de Donostia

Juanjo Mena reproduce el éxito de los Proms con Fidelio

“Fidelio” de Beethoven. Stuart Skelton, Ricarda Merbeth, Louise Alder, Benjamín Hulett, James Creswell, Detlef Roth, David Soar, etc. Orfeón Donostiarra y BBC Philarmonic Orchestra. Dirección musical: Juanjo Mena.

Desde las notas iniciales de la obertura se supo que Juanjo Mena iba a centrase más en la transparencia de la música que en su intensidad. Sucedió así durante todo el primer acto, como también en Londres cuando las mismas huestes llevaron la obra a los Proms. Hubo de buscar el equilibrio en las voces solistas, bastante descompensadas y no siempre lo logró, ya que en bastantes minutos de ese primer varias de ellas parecían no correr, en concreto la Marcelina de Louise Alder, que no pudo responder a las expectativas que crearon las críticas de sus colegas ingleses, mientras que la misma Ricarda Merbeth –Leonora- no siempre mantuvo una afinación impoluta. Faltó intensidad, vida, en esta partitura dramática en la que Leonora arriesga su vida para rescatar a su marido prisionero. Afortunadamente las cosas mejoraron en el segundo acto, tras un inicio no cuadrado del todo en el que Mena quiso poner toda la carne en el asador con tempos en ocasiones hasta un punto acelerados, contrastando mucho ambos actos como le era necesario. Cumplió bien la orquesta de la BBC, aunque quizá no al nivel del concierto del día anterior y el Orfeón Donostiarra respondió a las expectativas, más en la escena final con su potentísima sonoridad y flexibilidad en el velocísimo tempo que imprimió Mena que en la escena de los prisioneros. “Fidelio” no es una obra coral, pero su final sí requiere un coro de nivel.

Stuart Skelton deslumbró en el “Gott” inicial, con su comienzo en pianísimo para ir ampliando el volumen en un fiato espectacular, creando una nota como sólo pueden hacerlo los tenores heroicos para llenar la sala con ella. Se ha escrito de su duración con admiración, pero tenían que haber escuchado a Caballé en el concertante de “Maria Estuardo” o su final en un “Don Carlo” liceista para escuchar lo que es un potente fiato de película. Lástima que el tenor no redondease el aria al descuadrarse con la orquesta al final de la misma. La voz de Ricarda Merbeth denota los muchos Wagner cantados, resintiéndose los registros agudo y grave, pero sacó adelante con madera de artista un papel nada fácil.  Aunque se tratase de una versión en concierto, no habría estado mal de cara al encaje argumental que su vestimenta hubiera tenido un toque más masculino. James Creswell compuso un correcto Rocco, mientras que la voz lírica del barítono Detlef Roth no fue la adecuada para Don Pizarro y correctos Benjamín Hulett como Jaquino, David Soar como Don Fernando y los dos prisioneros, miembros del coro.

El éxito fue muy grande en esta recuperación de la ópera dentro de la programación de la Quincena, a la que seguirá “Las bodas de Fígaro” ya con puesta en escena. Gonzalo Alonso