Jurowski dirige la London Philharmonic en Ibermúsica

El maestro ruso dirige dos programas en ambas temporadas de Ibermúsica acompañado por Vilde Frang  y Nicola Benedetti

Vladimir Jurowski

Los días 27 y 28 de noviembre, Ibermúsica recibe en su temporada al maestro ruso Vladimir Jurowski y a la orquesta de la que es titular, la London Philharmonic, así como a dos destacadas violinistas: la noruega Vilde Frang y la escocesa Nicola Benedetti.

En su primer concierto, Jurowski se adentrará en la música de Britten y Mahler, con el Primer Concierto para violín y orquesta op.15 del primero y la Quinta Sinfonía del segundo, un espacio que ya trabajó con la primera solista anunciada por Ibermúsica, Arabella Steinbacher en un disco dedicado al compositor. Respecto a esta grabación, Gramophon expresó que “El sonido dulce y contundente de Arabella Steinbacher es prominente a lo largo del Concierto. Su asociación con Jurowski parece haberse acordado en el cielo”. La violinista canceló el pasado 8 de noviembre ya que “espera su primer hijo para el próximo mes, y sus médicos le han aconsejado que reduzca sus viajes. En consecuencia y lamentándolo mucho, la violinista se ve obligada a cancelar su actuación en Ibermúsica“, explica el comunicado. Por su parte, la promotora ha expresado que “agradece a Vilde Frang el haber podido intervenir a tan corto plazo manteniendo el programa anunciado“.

En la segunda parte, el maestro, aclamado internacionalmente por su musicalidad y compromiso artístico, se enfrentará de nuevo a la Sinfonía n.5 de Mahler. Sus anteriores interpretaciones de esta obra han sido calificadas como “sofisticadas, enérgicas y modernistas”.

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Para su concierto del día 28, Jurowski abrirá de nuevo el concierto con una obra de un compositor inglés, Elgar en este caso, y cerrará con la Sinfonía n. 11 de Shostakóvich.

En la primera parte, la London Philharmonic y Jurowski estarán acompañados por la joven violinista Nicola Benedetti, que hace su debut en Ibermúsica con el Concierto para violín en si menor, op. 61 de Elgar. De gran exigencia técnica, su autor calificó este concierto como de una intensidad emocional tal difícil de describir con palabras.

La Sinfonía n.11 de Shostakóvich cierra el programa, una obra escrita tras la invasión de Hungría por la Unión Soviética. En Rusia fue recibida con enorme éxito, el mayor tras el estreno de su Sinfonía Leningrado quince años antes.

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