Kaufmann: “No quiero abarrotar mi horario y no disfrutar”

Jonas Kaufmann

Jonas Kaufmann concede una entrevista a Rüdiger Sturm a raíz de su nuevo disco ‘Wien’

El tenor alemán da un giro en su discografía y dedica su nuevo álbum a las melodías de opereta vienesa. En entrevista con Rüdiger Sturm para Lufthansa magazin, el tenor ahonda sobre su filosofía de vida, sus recientes cancelaciones y condición como cantante, así como sobre su visión del futuro de la ópera.

Este viernes, Sony publicará ‘Wien’, el nuevo trabajo de Jonas Kaufmann. Ideado como un tributo a los referentes musicales de su infancia, el tenor recoge en este disco fragmentos de la obra de Johann Strauss, Robert Stolz o Franz Lehár. Esta elección rompe con la línea de sus trabajos anteriores, que como el tenor explica en la entrevista “eran recopilatorios de ‘lo mejor de’”. “Hoy prefiero centrarme en una cosa y presentarla en detalle”, continúa el cantante, “así tengo la oportunidad de agregar algunas cosas que no son tan convencionales pero tienen sentido en el contexto. Además, la música vienesa ha sido muy importante para mí”.

Firme defensor de la fuerza de la voz y la melodía en la creación de música de calidad, el tenor respalda igualmente el valor del descanso, herramienta indispensable para que su instrumento esté siempre a punto. Con motivo de un atragantamiento, Kaufmann se vio forzado a cancelar múltiples funciones – Tosca en París, el Festival de Ópera de Múnich o Andrea Chenier en Sidney y Melbourne – a lo largo de esta temporada: “La voz es irrecuperable. Si la trato mal, aunque sea por poco tiempo, pierdo calidad”.

Por otro lado, Kaufmann afirma que está preparado para cualquier desafío en el futuro porque “ya no es cierto que el apogeo de la voz se alcance a los 50 años – que él acaba de cumplir -. La esperanza de vida ha aumentado, las personas se sienten más jóvenes. El mejor ejemplo es Plácido Domingo, que tiene más de 80 años. Por lo tanto, no parece que esta línea mágica aún exista. Prefiero no ser moderado y prepararme bien para el futuro, aunque eso no significa que quiera abarrotar tanto mi horario que no pueda disfrutar de la vida”, detalla el tenor.

Además de la preparación técnica y el descanso para la voz, el tenor incide en que las pausas en su calendario laboral son necesarias para vivir: “Mi tiempo libre es importante. Si no experimentas nada porque estás tan concentrado en tu trabajo, entonces no tienes nada que contar. Necesito experiencias vitales para enriquecer mi interpretación. Ese ha sido siempre mi credo”. También las experiencias negativas son indispensables para la construcción de un personaje, pero como confiesa el tenor “no llevo malos sentimientos conmigo sino que me sumerjo completamente en el momento de mi actuación. La vida te alcanzará después”.

Esta filosofía, considera Kaufmann, es también el secreto del futuro de la ópera. Los asistentes a una función esperan trasladarse a otro mundo: “No es casualidad que en la crisis económica de la década de 1920 el entretenimiento experimentase un crecimiento sin precedentes”. Por ello no cree que los avances tecnológicos y preferencias de los jóvenes interfieran en el futuro de este género: “La idea de que la audiencia de la ópera se está desvaneciendo ya la escuchamos hace 50 años. Quien es más mayor tiene más tiempo y recursos financieros. La idea de las transmisiones en vivo, en el cine o redes sociales funciona. Cuando deba cambiar, la ópera cambiará.

Lea la entrevista original aquí.