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Por Publicado el: 18/11/2014Categorías: Crítica

Kissin en Madrid: diáfano y caluroso

DIÁFANO Y CALUROSO

Obras de Beethoven, Prokofiev, Chopin y Liszt. Evgeny Kissin, piano. Auditorio Nacional, Madrid. 16-11-2014. Ibermúsica, serie Arriaga. Bicentenario de Pianos Hazen.

Es curiosa la aparente y paradójica falta de concordancia entre el aspecto, la actitud, hierática, envarada, rígida, con movimientos casi de autómata y la disposición y elasticidad a la hora de sentarse ante el piano de este artista moscovita nacido en 1971. Sin perder su impavidez, su aire ausente, despliega entonces una energía irrefrenable y realiza una demostración de técnica bien entendida. Su sonido terso y redondo su fraseo, su amplio juego dinámico, su “legato” sutil nos van ganando, aunque en ocasiones podamos estimar sus “tempi” en exceso prudentes o su toque algo empalagoso.

“Pecata minuta” cuando desde el principio nos ganó con su diáfana interpretación de la “Sonata nº 21”, “Waldstein”, de Beethoven, en la que las repetidas apariciones de los dos temas principales del Allegro con brio inicial fueron enunciadas cada vez de forma distinta, con solo pequeños roces al final de la exposición. Muy concentrado el breve Adagio Molto y excelentemente graduado el Rondó, con su tan entrañable motivo. Bien clarificado el Allegro molto sostenuto, refinadísimo el Andante assai y absolutamente dominado el difícil y diabólico Allegro con brio ma non leggiero, con sus trinos fantasiosos, de la “Sonata nº 4“ de Prokofiev.

Los tres  “Nocturnos” de Chopin programados fueron ofrecidos con toda clase de matices y colores. Dulcemente cantado el “nº 1”, adecuadamente danzable y espirituoso el “nº 2” de la “op. 9” y rotundamente expuesto, con sus dramáticas octavas, el “nº 1” de la “op. 48”. Las seis “Mazurcas” seleccionadas -1, 2 y 3 de la “op. 6”, 2 y 3 de la “op. 7” y 1 de la “op. 41”- tuvieron exacta reproducción. Más soñadora y poética que vigorosa. Una contundente y virtuosa “Rapsodia nº 15” de Liszt, construida sobre unas brillantísimas variaciones sobre la “Marcha Rákóczi”, dieron cima al recital, prolongado, ante el clamor del respetable, con tres bises, el tercero de ellos otra página de lucimiento: la “Marcha de las tres naranjas” de Prokofiev. Formidables y densas notas al programa de Luis Gago y José Luis García del Busto. Arturo Reverter

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