Krystian Zimerman como fin de temporada
Ciclo Excelencia
Krystian Zimerman como fin de temporada
Obras de Beethoven y Chaikovski. Krystian Zimerman, piano. Orquesta Clásica Santa Cecilia. Grzegorz Nowak, director. Auditorio Nacional. Madrid, 31 de mayo de 2016.
He de empezar reconociendo la sorpresa que a mí, como a muchos otros, nos produjo el anuncio de este concierto de Excelencia en el que se presentaba a Krystian Zimerman, uno de los cinco grandes pianistas actuales, junto a la Orquesta Clásica Santa Cecilia, en principio a años luz de la calidad del solista. Sorpresa y curiosidad entre la crítica y otros profesionales de la música como el director del CNDM, el director técnico de la OCNE y demás que acudimos a la cita. Por qué no expresarlo abiertamente: ¿no íbamos a un bolo protagonizado por un pianista a quien no suponíamos dispuesto a tales cosas? Y ese temor no se redujo, sino al contrario, cuando el solista desplegó su partitura sobre el piano.
Pero Zimerman pulsó las primeras notas introductorias y nuestro temor empezó a desvanecerse. Escuchamos un trabajo bien conjuntado entre piano y orquesta en el que el solista pudo lucirse. En el primer y en el tercer tiempo hubo el nervio que escribió Beethoven y el segundo estuvo lleno de esa poesía de la que hablaron Antonio Gallego y Alberto González Lapuente en la tertulia de Radio Clásica el pasado domingo. Admirable, por la desenvuelta facilidad el siempre difícil arranque del piano en el tercer tiempo. Supimos luego del trabajo llevado a cabo a lo largo de una semana. Desde el pasado miércoles estuvieron agrupación y pianista ensayando en Madrid, para el domingo tocar en Zaragoza y el martes en Madrid. Nadie parece haberse enterado de la presencia de Zimerman en Madrid en esos días. ¿Cómo se las apañó Excelencia para convencer a Zimerman? Quizá haya que buscar la respuesta en una posible amistad con el director de orquesta, su compatriota Grzegorz Nowak.
Éste dirigió previamente la obertura “Egmont” de Beethoven y en la segunda parte la “Patética” de Chaikovski. Ambas ejecuciones constituyeron una gratísima sorpresa respecto a la Orquesta Santa Cecilia, compuesta ahora por jóvenes de ambos sexos casi a la par, que tocan con entrega y logran un empaste inesperado, sobre todo en la cuerda. Cierto es que Nowak estuvo más atento a lo externo de las obras que a sus claves internas, pero el concierto estuvo lejos de ser el bolo temido. Excelencia acaba de anunciar su próxima temporada con ciclos sinfónico, coral, de cámara y en familia. Gonzalo Alonso
¿Realmente es esta una crítica de un concierto? Está claro que tiempos pasados fueron mejores. En cuanto a Zimerman, y tratándose del mejor pianista del mundo, no creo que dar este tipo de conciertos sea la mejor manera de continuar su leyenda.