Queridos amigos de Beckmesser: Los Magos no sabemos qué hacer

Este año los Reyes Magos estamos sin ganas. O mejor dicho, somos conscientes de lo difícil que es atender a los regalos solicitados.

Por primera vez no los encontramos en nuestros sacos de las ilusiones, porque la demanda es intangible; nadie quiere cosas, todo el mundo pide algo raro, desconocido para nosotros. Algo relacionado con la salud y el bienestar. Ese deseo colectivo, hecho no como otras veces, alegremente, surge ahora al son de la desesperación, y de algo tan extraño que, dígase de paso, nos ha sorprendido por su extrema rareza: contabilizan por miles de millones a los súbditos que nos han pedido una cosa denominada vacuna, y además no una cualquiera, sino una que llaman ‘para la Covit-19’. Incluso los niños nos piden millones de besos y abrazos a sus padres y abuelos…

Desconcertados, no sabemos qué hacer para conseguir tan extraños objetos, y de ahí la tristeza en la que estamos sumidos. No entendemos qué está sucediendo. Quizá poniendo toda nuestra fe, que es infinita, y apostando a que todavía, antes de la gran noche, se produzca el milagro y, en alguna parte del planeta podamos encontrar el deseado objeto, unos 1500 millones de pequeños objetos, podamos conseguir que cada ciudadano del mundo, al despertar, encuentre uno de ellos al borde de su cama.  Melchor, Gaspar, Baltasar y sus pajes PGM y GA