La claque del Maestranza
En el estreno del “Fidelio” sevillano del pasado día 11 no parecía sino que
existiese en el teatro una “claque” de las de antaño. Tal fue la insistencia
de los aplausos y los bravos fuera de lugar, casi en solitario y que siempre
procedían de las mismas zonas. En la primera fila de butacas hubo incluso
quien se levantó, alzó los brazos al cielo y exclamó, tras la obertura
Leonora III: “Gracias, Dios mío”. Los habituales del Maestranza se miraban
con cara de asombro, porque en la era Castro nunca pasaron estas cosas. Claro que también podría ser que el melómano citado estuviese de broma…
Últimos comentarios