La entrevista
No tiene desperdicio, no se la pierdan. Pero lean en profundidad, no entre líneas la entrevista publicada en El Mundo el 26 de noviembre a Gregorio Marañón.
El Sr. Marañón, a cuyo padre conocí muy bien, me va a permitir al menos tres recordatorios: Callas – Ojo: eso de la Callas es muy machista. No se dice el Kraus- no actuó la última vez en el teatro Real sino en el Palacio de Exposiciones y Congresos, con lo que erróneo o por lo menos difuso es su primer recuerdo del Real. Esperemos que el futuro no lo sea. Y otro: él sabe perfectamente por qué Esperanza Aguirre cesó a Elena Salgado cuando tenía pensado mantenerla. Y lo saben el Alcalde, Eduardo Casanueva, Gonzalo Alonso y una séptima persona. Y, obviamente, los allegados a los citados. Tercer recordatorio: ¿Cuándo estuvo Alberto Ojeda en el Patronato? Nunca. La memoria es frágil cuando se está incluso en más organismos que los que enumera, algo escandalizado, el propio El Mundo. Recuerdo la lista: en el Real, a la Real Fundación de Toledo, la Academia de Bellas Artes, Logista, PRISA, Sogecable, Viscofán, Lafarge Asland, la Real Fábrica de Tapices, la discográfica Universal, Spencer&Stuart, Aguirre y Newman, el teatro Abadia, la Fundación Ortega, la Fundación Gregorio Marañón, la Fundación Santillana, Unión Radio, la Ser, el Consejo económico del Arzobispado de Toledo, el Consejo social de la Ciudad de Toledo, el Centro internacional de Toledo para la Paz …y hasta la Asociación contra el ruído de Toledo.
Y dos observaciones: Si el Patronato llegó a llevar más de un año sin reunirse, por qué lo dice ahora y no en su momento. Hubo un patrono que, ni corto ni perezoso, envió a dos presidentes, con acuse de recibo, cartas reclamando el cumplimiento de los estatutos y no sólo eso, sino que incluyó en actas su posición absolutamente contraria al menosprecio a los mismos y a la politización de la casa. ¿Podrían hacerse públicas las actas? A fin de cuentas no deja de ser una institución pública. La segunda observación: en el teatro hay un director artístico que se llama Antonio Moral y al que no cita para nada. ¿Es que acaso no cuenta con él?
Tampoco parece muy lógico que se presuma de ser un “aficionado” cuando se preside el Patronato del Real y se figura en el Comité Asesor Artístico del Auditorio Nacional. ¿Es que para Marset, director general del INAEM y para el ministro de cultura, no hay profesionales independientes? ¿O es que no los quieren?
Vamos, estoy seguro que Marañón, que no tiene un pelo de tonto, se habrá echado a temblar al leer su entrevista y que, de ser posible, la retiraría de la circulación, porque no le hace ningún favor (http://www.elmundo.es/papel/2007/12/26/cultura/2292890.html).
Mi olfato me dice que llega a la casa un período otra vez complicado.
Beckmesser