La Fundación Mozarteum de Salzburgo tiene el placer de comunicar una de las más valiosas adquisiciones de los últimos diez años: una carta salida de la pluma de Wolfgang Amadé Mozart y dirigida a su amigo Anton Stoll en el año 1791 acaba de entrar a formar parte de la colección de autógrafos originales de la “Biblioteca Mozartiana”.

La última vez que pudo adquirirse una carta original de Mozart fue en 2001. “Ha sido un momento muy especial y una suerte que la familia propietaria de esta carta tan singular de Mozart se haya dirigido a la Fundación Mozarteum. Le damos las gracias por haberla mantenido al margen de la ‘lucha en la subasta’, en la que ya hace mucho tiempo que no puede participar una institución sin ánimo de lucro como la Fundación Mozarteum. Y qué regalo nos ha hecho Maria-Elisabeth SchaefflerThumann con la financiación de su adquisición. Así podremos poner a disposición del gran público esta picante broma de Mozart”, ha declarado el presidente de la Fundación, Johannes Honsig-Erlenburg.

Las cartas de Mozart fascinan a los amantes de la música y a los músicos y expertos por igual. En ellas el compositor se muestra como un artista que planifica y da forma a su obra con gran precisión, pero también como un ser humano ingenioso y lleno de sentido del humor, además de amante, en ocasiones, de las bromas y chistes ordinarios. Todo esto se halla también presente en una carta, a primera vista poco llamativa, que el compositor escribió a su colega y buen amigo Anton Stoll el 12 de julio de 1791, menos de medio año antes de su muerte, en Baden, cerca de Viena. Mozart había enviado a su mujer Constanze a tomar las aguas en Baden, y Stoll le servía de mucha ayuda para encontrar un alojamiento apropiado.

Mozart visitó a su mujer durante este tiempo en varias ocasiones e interpretó con este motivo en la iglesia parroquial de Baden varias obras junto con Stoll, que, como director del coro, era responsable en ella de la música religiosa. Mozart compuso expresamente para Stoll el 17 y 18 de junio de 1791 en Baden una de sus obras religiosas más conocidas, el Ave verum KV 618, que se estrenaría el día de Corpus Christi de ese mismo año (el 23 de junio) en la iglesia parroquial de Baden.

En la segunda página se encuentra una nota del discípulo y ayudante de Mozart, Franz Xaver Süßmayr (1766-1803), que trata asimismo del envío de las mencionadas partituras. Pero aquí estamos ante una “falsificación”: en realidad este texto fue también escrito por Mozart, que intentó imitar de este modo la caligrafía de Süßmayr. “Süßmayr” repite la petición de Mozart y amenaza, entre otras cosas, con que Stoll no volverá a tener más noticias de la “Opera” en que Mozart estaba trabajando. Se refiere con ello a “La flauta mágica”, que dos meses y medio después, el 30 de septiembre de 1791, habría de estrenarse en Viena..

La guinda de la pequeña obra de arte lingüística de Mozart es, finalmente, la datación de la carta en “Scheishäusel den 12. Juli” (Pequeño cagadero, 12 de julio). Se han conservado únicamente dos cartas de Mozart a Stoll, que revelan la existencia de una relación de gran confianza y amistad. Ambas se encontraban hasta ahora en manos privadas; esta segunda carta ha podido ser adquirida ahora por la Fundación Mozarteum para la “Biblioteca Mozartiana”.

Desde hace varios años la Fundación Mozarteum ha ido poniendo progresivamente sus valiosos fondos históricos online y de manera gratuita a disposición de todas aquellas personas interesadas. Todas las cartas de Mozart de la colección se encuentran ya disponibles online. A partir del 12 de junio podrá accederse también a la recién adquirida carta de Mozart a Stoll en la página web de la “Biblioteca Mozartiana digital” (http://digibib.mozarteum.at)