Festival de San Lorenzo de El Escorial
La hora de Monteverdi
Obras de Monteverdi. Concerto Italiano. Rinaldo Alessandrini, director. Teatro de San Lorenzo de El Escorial, 18 de julio.
En la variada programación del I Festival de San Lorenzo de El Escorial hay sitio para casi todo. En la sala pequeña, tras una ópera contemporánea de Battistelli y la celebración de las memorias históricas de Arriaga, Martín y Soler y Mozart, le ha llegado el turno a Monteverdi, con cuyo “Orfeo” de 1607 nace prácticamente la ópera. Es una música perfecta para el local.
El programa se concibió sólo a base de los nueve libros de madrigales del compositor de Cremota, agrupados bajo el título común de “La noche y el día, la guerra y el amor”, bastante adecuado para la fecha histórica del 18 de julio. Entre ellos, perteneciente al octavo libro y como pieza fundamental, el “Combattimento di Tancredo e Clorinda”, estrenada por cierto en el Palacio Mocénigo de Venecia, en una de cuyas alas habita ahora Enrique Pérez de Guzmán, solista de un pasado concierto del festival. Músicas de enorme belleza en su desnudez, cuya monodía podría resultar monótona de no elegirse bien, como la ha conseguido Alessandrini. A uno le gusta particularmente más William Christie en este repertorio, pero nadie puede discutir la seriedad del director-clavecinista italiano. Bien al teclado o apoyándose en un segundo clave, dirigió con sobriedad a los ocho instrumentistas y 6 voces del estupendo Concerto Italiano. Fueron capaces de sacar a la luz la importancia que Monteverdi comenzó a brindar a la palabra y trasladarnos con la simplicidad con la que escribió el autor, tanto sentimientos amorosos como la resignación de Clorinda ante la muerte o los efectos de la naturaleza desarrollados en “He aquí el murmullo del río”. Gonzalo ALONSO