La OCNE y la RTVE cierran el año

Obras de Prokofiev y villancicos tradicionales. Orquesta y Coro de la RTVE. Miguel Angel Gómez-Martínez, director. Teatro Monumental. Madrid, 16 de diciembre de 2016.

Obras de Reinecke y Haydn. Emmanuel Pahud, flauta. Berit Solset, Agustín Prunell-Friend, José Antonio López. Orquesta y Coros Nacionales de España. Juanjo Mena, director. Auditorio Nacional. Madrid, 17 de diciembre de 2016.

Conciertos de carácter bien diferente en los cierres de año de las RTVE y OCNE, aunque con dos coincidencias importantes. De un lado la presencia de sus respectivos coros y, de otra, la de dos excelentes directores españoles en los que se da una característica fundamental común: la búsqueda de la verdad y fidelidad en las partituras, el respeto a sus creadores.

Gómez-Martínez abrió con la segunda suite de “Romeo y Julieta” de Prokofiev. Creo que no habría estado de más incorporar alguna de las escenas de la primera suite, dado el público del Monumental y la espectacularidad, siempre bien recibida, de “La muerte de Tebaldo”. El maestro disfrutó con el contraste entre el fortísimo acorde inicial de “Montescos y Capuletos” y el delicadísimo pianísimo subsiguiente. Hubo clima y lirismo en los varios temas románticos, para concluir con tensión emotiva en “Romeo ante la tumba de Julieta”. En la segunda parte villancicos tradicionales arreglados por J.J.Colomer con orquestaciones algo banales pero efectivas. Curiosa la del “Tambolero”, en clara recreación del “Bolero” de Ravel. El coro, al que en la propina “Noche de Paz” se unió el público, fue baza fundamental. Gran éxito como no podía ser de otra manera con un auditorio muy inexperto musicalmente pero entregado. Aún queda un concierto para niños con mucho gancho: teams de “La guerra de las galaxias”, villancicos y el “Aleluya” de “El Mesías”.

Nada de Rinecke (1824-1910) se escucha hoy y bien vale la pena cuando se tiene a un flautista de la enorme talla de Emmanuel Pahud en el “Concierto para flauta en re mayor, Op.238”. Técnica, musicalidad, potencia de sonido, virtuosismo, expresividad… todo lo tiene el solista de la Filarmónica de Berlín. El programa era largo, pero no impidió una larga propina mozartiana junto a la orquesta. Juanjo Mena se decidió para “La Creación” por una plantilla de algo menos de 50 atriles, en línea con lo que se viene haciendo hoy, aunque Haydn llegó a emplear muchos más instrumentistas. Mena supo conjugar los momentos más sonoros, como el gran acorde al hacerse la luz o los potentes corales, con la intimidad de otros instantes. No quedó mal la flautista de la ONE en el acompañamiento al recitativo de Rafael en el n.21. Cumplió el terceto solista, destacando el timbre limpio y transparente, angelical, de Berit Solset y la buena intención en el decir de José Antonio López. Gonzalo Alonso