La Ópera Nacional de Holanda no quiere críticos
La Ópera Nacional de Holanda no quiere críticos
El periodista holandés Olivier Keegel denuncia la menguante presencia de la crítica independiente en la escena musical de Países Bajos
Olivier Keegel, editor jefe y crítico en el portal digital Opera Gazet, resalta en un artículo para este medio la frustración de la crítica independiente al verse relegada a espacios cada vez más reducidos, silenciados y filtrados por grandes compañías musicales.
En concreto, Keegel carga contra la Ópera Nacional de Holanda, una institución reacia a las críticas que ha castigado especialmente al periodismo independiente. Una “situación poco saludable”, describe Keegel, testigo del cambio de rumbo de varios medios dedicados a la música clásica: “En su día, la página holandesa ‘Place de l’Opera’ fue una iniciativa brillante. El sitio se presentaba como ‘la revista independiente para amantes de la ópera’ y durante años se desarrolló como un espacio atractivo, con las últimas novedades sobre el mundo de la ópera. Esta información, a veces soporífera, compensaba con una sección para sus lectores en los que estos podían compartir opiniones, intercambiar información e incluso envolverse en discusiones acaloradas”.
“De pronto”, recuerda Keegel, “esta sección desapareció. Los lectores estaban rabiosos. Entonces empezó a crecer la sospecha de la intervención de la Ópera Nacional de Holanda en el funcionamiento del sitio web”. Lo mismo ocurrió con el portal Opera Nederland: los comentarios e informaciones compartidas iban en contra de los intereses de la Ópera holandesa, por lo que esta tomó sus propias medidas. Por un lado, intervino el contenido, y por otro, redujo las entradas para prensa, llegando a vetar a ciertos medios en sus representaciones.
Por tanto, concluye Keegel, no solo la opinión está siendo cercenada sino también se está subestimando el poder y la influencia de las grandes compañías sobre la libertad de su audiencia.
Algo por el estilo me pasó a mi, en mis últimos años como crítico musical en El Diario Vasco de San Sebastián, verdad señor Martínez?