La Traviata en Zurich
Violetta, venida a menos
“La Traviata” de Verdi. E.Mei, P.Beczala, T.Hampson, etc. J.Flimm, director de escena. F.Welter-Möst, dirección musical. Ópera de Zurich. 19 de febrero.
Es como si a Jürgen Flimm le hubiesen dicho: “Nos interesa que figure tu nombre en la producción, pero no queremos gastarnos más de cuatro duros”. Y así es esta “Traviata”, en la que todo es pobreza, incluso la fiesta del primer acto se desarrolla en un salón con el parqué levantado , las tiras de tarima acumuladas por los laterales, y desnudas las paredes. Cuatro mesas, cuatro sillas y la sempiterna cama y se acabó. Menos imposible. Sorprende que con tal carencia de medios y más de media docena de años a sus espaldas fuese grabada ahora la producción para DVD.
Otra cosa es la interpretación y es que en Zurich no se pierde tiempo en puestas en escena, lo que interesa son los valores musicales. El ya no tan joven Franz Welter-Möst realizó una lectura atentísima y contrastada con momentos llenos de interés. Así el “Decid a la joven”, en un piano estremecedor. ¡Qué forma de contener a la orquesta! Que, dicho sea de paso, sonó muy bien. Y no faltó vigor cuando era preciso. Una versión orquestal encomiable en todos los aspectos.
Eva Mei se mueve entre lírica y ligera, logrando sus mejores momentos en el acto segundo, con unos dúos muy matizados con tenor y barítono. Coronó bien el aria del primer acto y pasó sin pena ni gloria por la lectura de la carta y el “Adiós al pasado” para imponerse en los momentos finales. La presencia es una baza que juega muy a su favor. El polaco Piotr Beczala es un tenor lírico muy popular y utilizado en centroeuropa para este repertorio, siendo un perfecto desconocido en España. No posee una gran clase ni los pianos son su fuerte, pero tiene a su favor presencia, una voz con agudos segurísimos y una dicción muy clara. Sin duda llegará a ser más conocido dado el panorama actual. Thomas Hampson es un lujo como Germont tanto escénica como vocalmente, aunque resulte un padre más joven de lo deseable. Es la única objeción a una interpretación modélica. Los tres artistas fueron ovacionados por uno de los públicos más entusiastas de Europa. En Zurcí da gusto oír cantar, aunque a veces haya que cerrar los ojos. Gonzalo ALONSO