Plan de suscripciones

Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

calendario operístico 2023

Últimos tuits de Beckmesser

El barroco toma posesión
La Orquesta de Euskadi en Madrid
Por Publicado el: 12/12/2005Categorías: Crítica

La Verbena de la Paloma

“La Verbena de la Paloma”
Lujo sin casticismo
J.M.Cifuentes, Manel Esteve, Raquel Pierotti, E.Ruiz del Portal, D. López, S.Fernández, Natalia Duarte, J.Ortiga, M.Coves, C.Gaviria, etc. Dirección de escena y audiovisuales: S.Renán. Estenografía: J.P.de Gaspar. Figurines: P.Moreno. Orquesta de la Comunidad de Madrid y Coro del Teatro de la Zarzuela. Dirección musical: M.Roa. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 10 de noviembre.
A José Antonio Campos, hoy director general del INAEM, se le ocurrió en su segunda etapa en el teatro de la calle Jovellanos encargar una nueva producción de la eterna obra de Bretón y de la Vega a Sergio Renán, proyecto respetado por su actual responsable Luis Olmos. Vaya por delante que el Teatro de la Zarzuela ha tirado la casa por la ventana. Estamos ante una producción vistosa y costosa, con unos preciosos decorados y vestuario a juego, bien iluminada, en la que se alternan diversos efectos audiovisuales muy conseguidos. Renán ha querido dejar su impronta en un clásico del género sin que perdiera su perspectiva.
En el Apolo, donde se estrenó esta partitura allá por 1894, había funciones de sesión continua y “La Verbena de la Paloma”, dada su brevedad, se ha ofrecido casi siempre junto a otra obra. En esta ocasión llega sola y, para compensar el remordimiento de conciencia ante aquel público que considerase el caso como un atraco –y ya sabemos que no está el horno para bollos- se ha inventado un prólogo que ayuda a situar la acción en el propio Apolo. Es un prólogo hablado, de cierto gracejo, que tampoco aporta nada más. Hay otros añadidos entre algunos cuadros, fundamentalmente proyecciones humorísticas en blanco y negro tipo NODO, en las que se echa muchísimo de menos la voz de Matías Prats padre. Una de ellas, antes de la escena de la cantaora, consigue un efecto sobresaliente en la fusión entre cine y teatro. La dirección actoral también funciona. Una excelente presentación de nuevo cuño sin olvidar demasiado el concepto y sin embargo…
¿Qué falla para no acabar de salir como se sale habitualmente de esta formidable obra? Me cuenta Carlos Gómez Amat que Sagi Vela solía hablar de las “peoras” que aportan los registas. Yo creo que esta “Verbena” presenta dos problemas fundamentales. ¿A alguien se le ocurriría añadir una escena a “La Boheme” de Puccini para que superase las dos horas? Seguro que no. Pero me podrían contestar: “es que esa es ópera” y no estarían haciendo ningún favor a la zarzuela con tal respuesta. Las obras de arte –y la “Verbena” lo es- hay que dejarlas como son. Chirrían cuando se las mete mano. En este caso, ese chirrido es la pérdida de ritmo y casticismo. El refinamiento es excesivo. Nuestra “Verbena” tiene más chispa. ¿O no, señor Alcalde? quien celebraba su onomástica en la sala.
También pierde chispa a causa del apartado canoro. ¡Cómo se echan de menos voces de más calado e intención! Basten ejemplos como el “corregirse” o “Julián, ¡que tienen madre!” Algo hay que hacer para que no se pierde la escuela.
Miguel Roa intenta poner remedio a todo ello y casi lo consigue con una ejemplar prestación de la Orquesta de la Comunidad de Madrid y el Coro de la Zarzuela. Suena todo bien, incluso el delicado nocturno, aunque quizá apague un punto a las débiles vocalidades.
Es seguro que esta producción tendrá éxito, puesto que resulta un espectáculo de auténtico lujo, pero sus “peros” haylos. Y una observación final: dispuestos a añadir o retocar, ¿por qué no el corto cuadro final, desnudo de música, y auténtica debilidad de la pequeña pero gran obra? Gonzalo ALONSO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos