Las instituciones musicales se mueven
Las instituciones musicales se mueven
No crean que no ha pasado musicalmente nada este verano aparte de los tradicionales festivales, ya que varias de nuestras instituciones han vivido cambios importantes.
Así en el Palau de les Arts se destapó un problema ya conocido por algunos: las limitaciones por contrato y estatutos a que Livermore, su intendente, pudiera ejercer su profesión de regista fuera del teatro. Al final se solucionará con una interpretación peculiar y arbitraria de los derechos de autor que habremos de tratar próximamente. A Helga Schmidt le han sido retiradas medidas cautelares tras las declaraciones de varios testigos, de las que parece se va deduciendo su inocencia. Tremendamente contradictoria la de aquél que redactó el informe Diógenes, causa de todo.
En una importantísima institución, con problemas judiciales en su cabecera, se habla de connivencia sentimental entre fiscal y periodista.
La Oficina de Conflictos de Intereses abrió expediente al director general del Teatro Real. Matabosch declaró que “Estoy en contra de que las temporadas en los teatros sean un desfile de divos” y Guasch, desde el Liceo, dijo que prefería pagar 18.000€ a un divo antes que 10.000€ a un artista sin tanto renombre, porque el primero llenaba el teatro.
Boadella abandonó los Teatros del Canal, siendo sustituido por el también catalán -¡ay que ver cuánto les queremos en el Madrid cultural!- Alex Rigola, en principio nada continuista, y Natalia Álvarez, independizándose en parte las tres salas.
Cesó Candelaria Rodríguez en el Festival de Música de Canarias, convocándose a concurso la plaza y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria se puso en huelga en defensa de su convenio.
Tras anularse el concurso para la dirección del Teatro de la Maestranza y desdoblarse en dos, Felix Palomero se hartó de esperar y logró la misma plaza en Baluarte.
A concurso salió tambié la dirección artística de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, tras años de desempeñar el cargo Pilar Tomás.
Los festivales de Granada, Santander, Perelada y la Quincena donostiarra publicaron balances muy positivos de sus ediciones. Por cierto, se habla ya de algunas candidaturas a la dirección del primero. Alguna sonada.
Y esta semana dimisión en pleno del equipo directivo del Conservatorio de Música de Aragón.
La crisis económica se ha dejado sentir también fuera de nuestras fronteras. Así al Met neoyorquino no le salen las cuentas tras una ocupación media inferior al 70%. Algunas de sus lámparas de araña han acabado en dormitorios.
A Verona tampoco le salen las cuentas y los resultados artísticos alarman en su empobrecimiento. Hasta en Berlín se plantean reunificar orquestas en una federal.
En cambio el Mariinsky presume de lograr un 90% de ocupación gracias a Gergiev, más aún Glyndebourne con la exquisitez de sus picnics y otro tanto Edimburgo, a pesar de tener que devolver el importe de las localidades tras una puesta en escena de contenido “extremo” para “Cosi”
Donde verdaderamente hay dinero es en Dubai. Plácido Domingo inauguró su impactante nuevo teatro.
¿Verdad que no está mal para un verano? Gonzalo Alonso
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