Leo Nucci cantará “Nabucco” en A Coruña, Londres y Milán
Leo Nucci cantará “Nabucco” en A Coruña, Londres y Milán
El legendario barítono inicia las conmemoraciones del “Año Verdi” en el Festival de Ópera coruñés, con uno de sus títulos más emblemáticos
A Coruña, 10/08/2012.- El legendario barítono italiano Leo Nucci cantará el rol protagonista de ”Nabucco”, uno de los más destacados de cuantos compuso Giuseppe Verdi, en la nueva temporada que marca las conmemoraciones en todo el mundo del bicentenario del compositor. Y lo hará en A Coruña (Festival de Ópera), Londres (Covent Garden) y Milán (Scala).
Con “Nabucco”, Nucci regresa el próximo 8 de septiembre al Festival de Ópera coruñés para iniciar las celebraciones del “Año Verdi” y sumarse además a la conmemoración del 60 aniversario del decano de los certámenes operísticos españoles. En compañía de un elenco en el que también figuran la soprano Elisabete Matos, el bajo Luiz-Ottavio Faria y el tenor Francisco Corujo, y con la Sinfónica de Galicia bajo la batuta de la directora canadiense Keri Lynn Wilson, el barítono ofrecerá una única presentación en concierto de este título favorito del público, para el que prácticamente ya no quedan entradas disponibles.
Después de su actuación en A Coruña, Nucci llevará además su recreación de Nabucco a los escenarios del Covent Garden de Londres, donde se alternará en el rol con Plácido Domingo –que lo cantará por primera vez- y a La Scala de Milán, como parte del “Año Verdi”, al que se han sumado los principales escenarios internacionales.
Hace ya casi cuarenta años, un mes de agosto de 1973, un joven barítono italiano salía de Italia para actuar por primera vez fuera de su país. Después de haber pasado por el coro de La Scala y ganar algún premio importante, la carrera de Leo Nucci empezaba a despegar, y su primer destino internacional le traía a España, tierra de grandes cantantes y futuros colegas (Domingo, Caballé, Carreras y sobre todo Kraus, uno de sus ídolos), para cantar en el Festival de Ópera de A Coruña, con actuaciones en la ciudad herculina y en Vigo.
De aquel primer contacto con Galicia, Nucci recordaba hace dos años, durante su regreso para ofrecer un recordado recital en el certamen coruñés, la amistad forjada con el tenor Pedro Lavirgen, que luego también debutaría en La Scala; el sabor de los pimientos de Padrón, y una anécdota relacionada con una de las tres óperas que interpretó aquí: “En ‘Pagliacci’, el barítono que cantaba Tonio me pidió que saliera yo mismo a interpretar el famoso ‘Prólogo’ así que, vestido de Silvio, canté en A Coruña, por primera vez, la célebre aria con la que comienza la obra de Leoncavallo”.
Después de aquel primer encuentro vendrían la fama y las noches de grandes éxitos internacionales con sus debuts en La Scala (1977), en “El Barbero de Sevilla”, y un año después en el Covent Garden de Londres, donde actuó en unas célebres representaciones de “Luisa Miller” dirigidas por Lorin Maazel, junto a Luciano Pavarotti y Katia Ricciarelli en el reparto. En 1979 sería la Ópera de Viena la que le abriría sus puertas, y al año siguiente el Metropolitan de Nueva York, otra vez junto a Pavarotti.
A lo largo de sus más de cuatro décadas de gloriosa trayectoria en lo más alto del escalafón lírico, Nucci ha cantado bajo las batutas de Karajan, Giulini, Solti, Abbado, Muti, Mehta o Chailly. No obstante, sobre el piano de su casa sólo tiene las fotografías de tres artistas: una de Herbert von Karajan, otra de sir Georg Solti y una más de Alfredo Kraus, porque “Alfredo era el Arte”, dice sobre el tenor canario. Pero a pesar de que Kraus cantó buena parte de sus mejores papeles en el Festival de Ópera de A Coruña, los dos colegas nunca coincidirían sobre el escenario del viejo Colón. Para volver a probar los pimientos, tendrían que transcurrir más de treinta años, hasta 2009, cuando Leo Nucci, convertido ya en estrella aclamada en todo el mundo, regresó al certamen coruñés para ofrecer un recital. Y el año pasado cantó dos recordadas funciones de “Rigoletto”.
Leo Nucci describe sin falsa humildad su tarea como un “mestiere artigianale”, un oficio artesanal, “en el que lo importante no es tanto hacer carrera, el éxito efímero de las funciones, como la búsqueda de la excelencia que puede justificar toda una vida al servicio de los más nobles valores de la música”. En su caso, la misión abarca ya más de cuarenta años, desde su debut en 1967. Durante estos años ha protagonizado más de cuatrocientas funciones de “Rigoletto”, su rol fetiche, en los teatros de las principales ciudades, donde ha obtenido distinciones como las de Gran Oficial de la República de Italia, Kammersänger de la Ópera del Estado de Viena y Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. La temporada pasada fue el papel escogido para su regreso al Covent Garden de Londres, saldado con enorme éxito, como en Pekín, cuando lo interpretó en su recién inaugurada ópera. Pero, ¿qué es lo que lo mantiene en activo? “El deseo de perfeccionamiento, no las representaciones, es lo que me guía. La voz de del barítono es el resultado de la acumulación de experiencias, del conocimiento de la vida y Verdi representa mis valores en la vida, los valores con los que nací, los valores de mi abuelo”.
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