L’ESULE DI SIVIGLIA
España ha sido siempre cicatera a la hora de reconOcer los méritos de sus hijos, pero el caso sevillano es especial. Ya conocen nuestros lectores los múltiples obstáculos que, en contra de lo que dicen algunos comentaristas orgánicos, puso el Teatro de la Maestranza y su equipo directivo a la hora de presentar la ópera Don Quisciotte del sevillano Manuel García el pasado mes de abril. “Si esto tiene éxito, me pengo un tiro”, dijo alguien de mucha responsabilidad en el teatro sevillano: la ópera triunfó, pero esa persona siguie entre los vivos y cobrando lo que nunca pensó cobrar en su vida. Pues bien, la maldición de García en su tierra continúa. El Festival de Granada presentará el año que viene la recuperación de su ópera Il Califfo di Bagdad, con Rousset como máximo valedor. La dirección del Festival le ha ofrecido a Pedro Halffter el espectáculo, pero al parecer lo ha rechazado. Por otra parte, desde el Instituto Complutense de Ciencias de la Música, recuperador de tantas partituras de nuestro patrimonio, se intenta contactar con Pedro Halffter para intentar que Sevilla asuma el reestreno mundial de la obra maestra de García, La mort du Tasse, pero ni siquiera se devuelven las llamadas. Habrá que recordarle al joven director artístico del Maestranza lo que le dijo el presidente andaluz tras el Don Chisciotte: “Ya sabes, Pedro: hay que programar más a García”.
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